Decisión clave de la FED: el mercado apuesta por un recorte, pero la inflación podría cambiar el rumbo

La próxima decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ha generado una expectativa inusual en los mercados globales. Aunque el consenso apunta a un recorte, la conversación ya no es únicamente económica: la influencia política, especialmente desde la llegada de Donald Trump, ha puesto en duda la independencia del banco central más poderoso del mundo. Esa presión externa, directa o indirecta, se ha convertido en un factor clave para interpretar cada movimiento del Comité.

 “El comportamiento de los miembros votantes de la FED se ha vuelto determinante. El giro reciente de autoridades tradicionalmente conservadoras, como Michelle Bowman y Christopher Waller, hacia posiciones más alineadas con un recorte, ha cambiado por completo la dinámica interna. Esto abre la posibilidad de una votación dividida en la que varias voces que solían defender mantener las tasas hoy parecen más inclinadas a flexibilizar la política monetaria”,agregó Jonathan Torres, analista de mercado en capitaria perú.

A pesar de ese giro, los datos económicos no ofrecen un panorama completamente despejado. La inflación en Estados Unidos continúa estable alrededor del 3% y no muestra señales claras de una tendencia sostenida hacia el objetivo del 2%. Al mismo tiempo, la economía sigue mostrando resiliencia: el empleo mantiene una base sólida pese al aumento del desempleo hasta 4.4%, el consumo repunta y los indicadores de actividad continúan por encima de niveles que marcan expansión, especialmente en el sector servicios.

La combinación de una inflación persistente y una economía que no termina de desacelerar abre espacio para que la FED mantenga la cautela. Aunque el mercado descuenta con casi unanimidad, cerca del 90%, un recorte para diciembre, no sería extraño que la Reserva Federal opte por una decisión más conservadora, considerando que la “pegajosidad” del IPC podría mantenerse activa durante los próximos meses. El sector inmobiliario, por ejemplo, muestra señales mixtas, pero sin deterioro que justifique una acción urgente.

 “Si finalmente se confirma un recorte, lo más probable es que venga acompañado de un mensaje equilibrado: una postura que permita al mercado interpretar la decisión como un paso hacia la flexibilización monetaria, pero sin entregar señales de un ciclo de recortes acelerado. La comunicación, más que el movimiento en sí, será el elemento decisivo para marcar el sentimiento económico de cierre de año”, precisó Jonathan Torres, analista de mercado en capitaria perú.

Estados Unidos llega a esta decisión en un punto tenso e impredecible. Con presiones políticas, datos económicos mixtos y expectativas del mercado extremadamente inclinadas hacia un escenario de recorte, la reunión de diciembre de la FED podría convertirse en una de las más influyentes de los últimos años para los inversionistas, gobiernos y economías del mundo.