Construcción habría crecido 12.5% en noviembre y acabaría el 2025 subiendo cerca de 6%

CAPECO informó que el sector tendría en 2025 su mejor desempeño desde el 2021, impulsado principalmente por la inversión privada, la minería y el mercado de vivienda.

La actividad constructora habría crecido 12.5% en noviembre, el mayor avance mensual desde enero de 2024, y cerraría el 2025 con un crecimiento cercano al 6%, consolidando su mejor desempeño desde el 2021, informó la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO).

Esta información fue presentada durante la conferencia de prensa del Informe Económico de la Construcción (IEC), edición 66, organizada por CAPECO, y expuesta por Guido Valdivia, vicepresidente ejecutivo del gremio.

CAPECO explicó que el repunte del sector se sustenta principalmente en el crecimiento de la inversión privada, estimado en 9.5%, impulsada por el dinamismo de la inversión minera, el mercado de vivienda y la ejecución de proyectos bajo la modalidad de Obras por Impuestos. En contraste, la inversión pública habría desacelerado su ritmo en el último trimestre y se proyecta que cierre el año con un crecimiento de 5.5%.

En octubre, el sector construcción registró un crecimiento de 4.4%, ubicándose como el cuarto sector de mayor expansión en ese mes, en un contexto en el que el PBI nacional creció 3.6%. Con este resultado, la construcción acumuló siete meses consecutivos de crecimiento y habría registrado una expansión de 6.1% entre enero y noviembre, su mejor desempeño de los últimos cuatro años.

Respecto a los componentes del sector, CAPECO señaló que en noviembre el consumo de cemento habría aumentado 11.4%, mientras que la obra pública creció 17.3%, confirmando la alta volatilidad de este último indicador.

En cuanto a las perspectivas, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) revisó al alza su proyección de crecimiento del sector construcción para el 2025, de 4.3% a 5.7%, mientras que los empresarios encuestados por CAPECO estiman un incremento de 5.9%. Para el 2026, el BCRP proyecta un crecimiento más moderado de 2.5%, en un escenario marcado por desafíos como la recuperación de la vivienda social, el impulso de las Asociaciones Público-Privadas y la mejora de la seguridad en el sector.

El gremio destacó que, si bien las perspectivas empresariales para el 2026 son positivas, será clave adoptar medidas urgentes para sostener el crecimiento del sector, especialmente en vivienda, infraestructura y lucha contra la criminalidad que afecta a la actividad constructora.

Vivienda social

CAPECO advirtió que la recuperación de la vivienda social exige una reasignación inmediata de recursos para subsidios, ya que el Presupuesto 2026 contempla recortes significativos frente al 2025 y a lo efectivamente ejecutado este año. Esta situación resulta crítica en un contexto donde el mercado hipotecario crece a tasas de dos dígitos y la venta de viviendas en Lima alcanza niveles récord, impulsada especialmente por el Rango 5 de Mivivienda, orientado a jóvenes que demandan departamentos céntricos, más pequeños y con mayores áreas comunes. En ese sentido, el gremio instó al Ministerio de Vivienda a revertir la exclusión de este segmento como VIS y a generar incentivos para que los municipios autoricen proyectos de vivienda social y de uso mixto.

Infraestructura y servicios públicos

Para estimular una mayor inversión privada en infraestructura, CAPECO señaló que es indispensable avanzar hacia una planificación territorial, especialmente en Lima Metropolitana. El gremio remarcó que los grandes proyectos de transporte actualmente en ejecución deben articularse con planes urbanos que concentren vivienda, empleo y servicios en sus áreas de influencia, evitando soluciones aisladas. En ese marco, propuso que estos planes se incorporen en los contratos de Asociaciones Público-Privadas o se ejecuten mediante Obras por Impuestos, a fin de maximizar el impacto económico y social de las inversiones.

Seguridad en el sector construcción

En materia de seguridad, CAPECO alertó que la criminalidad organizada se ha insertado de forma sistemática en el sector construcción, afectando tanto a la inversión como al empleo formal. Frente a ello, planteó fortalecer la lucha contra estas redes mediante inteligencia especializada, tecnología y unidades policiales de élite, así como la cooperación internacional. Como acción inmediata, el gremio propuso reformar el Decreto Legislativo 1187 para ampliar su alcance a los delitos hoy vinculados a falsos sindicatos y revisar los registros sindicales, con el fin de depurar organizaciones creadas sin el debido control.