La computación cuántica deja de ser una promesa futurista y se convierte en ventaja competitiva concreta para las empresas que apuestan por la innovación. La computación cuántica ya impacta la inteligencia artificial, la ciberseguridad y el desarrollo de nuevos modelos de negocio.
La computación cuántica ya no es una tecnología futurista ni un concepto de ciencia ficción, sino que hoy ofrece ventajas competitivas concretas. Según el Digital Trends 2025 elaborado por Softtek, esta tecnología cuenta con una capacidad de procesamiento exponencialmente superior a la de las computadoras tradicionales, que permite resolver problemas complejos en segundos, optimiza la ciberseguridad y lleva la inteligencia artificial (IA) más allá de lo imaginable.
Lo que antes era teórico se convierte en realidad empresarial. Grandes corporaciones ya implementan soluciones cuánticas y el mercado de esta tecnología como servicio está creciendo. Por ello, se perfila como una de las innovaciones más transformadoras del siglo.
“La computación cuántica no solo transformará la gestión de datos, sino que redefinirá la arquitectura analítica de las organizaciones. Su capacidad para procesar múltiples estados simultáneamente permite explorar escenarios complejos en segundos, habilitando una nueva generación de modelos de IA más precisos, adaptativos y escalables. Esto tendrá implicancias directas en áreas como la detección de fraudes, la predicción de demanda y la personalización en tiempo real”, señala José Marcelo Tam, VP de transformación digital de Softtek.
Fase embrionaria
Actualmente, la computación cuántica está en etapa de desarrollo y enfrenta desafíos como la escalabilidad, los altos costos, las tasas de error y la falta de estándares. Sin embargo, muchas organizaciones construyen ecosistemas de colaboración para acelerar su aplicación. Se espera que en los próximos años revele todo su potencial, y las empresas que inviertan estarán mejor posicionadas para liderar la próxima ola de innovación.
Las áreas con mayor potencial de desarrollo para las empresas son:
- La simulación precisa de materiales, clave para la industria farmacéutica y en la fabricación de semiconductores, por ejemplo.
- Mayor capacidad y precisión en IA, y aprendizaje profundo.
- El cifrado cuántico, con claves casi imposibles de interceptar o descifrar.
Perspectivas futuras
Empresas emergentes ya experimentan con computación, sensores y comunicaciones cuánticas, abriendo nuevas oportunidades en simulación, modelado 3D y gemelos digitales. Se espera que los sensores cuánticos tengan un impacto en monitoreo, navegación e identificación en sectores como salud, energía y microelectrónica.
Según IDC, el gasto en computación cuántica crecerá de U$S 1,1 mil millones en 2022 a U$S 7,6 mil millones en 2027, con una tasa anual del 48,1%.
Hito crucial
El punto de inflexión llegará cuando esta tecnología esté disponible en la nube como “Quantum-as-a-service” (QaaS). Los principales proveedores tecnológicos ya integran capacidades cuánticas en sus plataformas, facilitando pruebas de concepto y acelerando el retorno de inversión en IA sin necesidad de infraestructura propia.
La integración con IA permitirá resolver problemas complejos con mayor eficiencia. Tecnologías como el Quantum Machine Learning (QML) ya se están explorando para acelerar el entrenamiento de modelos de IA mediante qubits y puertas lógicas cuánticas.
Los sectores más beneficiados serán manufactura, logística, energía y salud, con aplicaciones que van desde la optimización de procesos hasta el desarrollo de tratamientos personalizados.
“Estamos ante un cambio de paradigma comparable a la revolución digital. La computación cuántica exigirá nuevas capacidades organizativas, desde perfiles híbridos hasta nuevos modelos de innovación. Las empresas que hoy empiecen a construir una hoja de ruta cuántica estarán mejor posicionadas para capturar valor en los próximos 5 a 10 años”, concluye Tam.