¿Cómo elegir el montacargas adecuado para tu operación logística? Claves para mejorar eficiencia y seguridad

Capacidad de carga, entorno de operación, maniobrabilidad y tecnología son aspectos fundamentales al momento de elegir un montacargas.

La elección adecuada de un montacargas puede tener un impacto directo en la productividad, seguridad y costos operativos de cualquier centro logístico. Identificar el tipo de equipo que mejor se adapta a las necesidades específicas del negocio es una decisión estratégica que requiere evaluar múltiples factores.

“La configuración del montacargas debe responder a criterios como la capacidad de carga, las condiciones del entorno (si se opera en interiores o exteriores) y las características del lugar de trabajo, incluyendo el tipo de piso, el ancho de los pasillos y el tipo de pallets a manipular”, señala Sandra Garrido Mazzotti, Jefe Comercial de Montacargas Toyota.

También resulta crucial considerar la altura máxima de apilamiento y el espacio disponible para la maniobra, factores que determinan el tipo de mástil y dimensiones del equipo requeridas.

Los montacargas se diferencian principalmente por su fuente de energía y el entorno donde operan. Están los montacargas de combustión interna, recomendados para exteriores, alcanzan alturas de hasta 6 metros y son ideales para manipular cargas medianas en espacios abiertos. Por otro lado, los montacargas eléctricos o apiladores, pensados para interiores, pueden elevarse hasta 13 metros y operan eficazmente en pasillos reducidos de al menos 3 metros de ancho.

“En el contexto de un almacén, el apilador eléctrico es el equipo más utilizado, participando en aproximadamente el 75% de las operaciones de carga y descarga de mercancía. Por su parte, el montacargas de combustión actúa como complemento para el movimiento de cargas medianas en exteriores”, indica Garrido.

La elección del montacargas adecuado incide directamente en la fluidez de las operaciones. Un equipo mal dimensionado o poco adecuado para el entorno puede generar cuellos de botella, mayor desgaste de componentes y riesgos para el personal.

“Cuando se selecciona el equipo correcto, se optimiza el flujo de trabajo, se minimizan los tiempos de traslado y se reducen los mantenimientos correctivos, lo que se traduce en mayor eficiencia operativa”, explica.

Seguridad integrada y tecnología al servicio de la operación

Los equipos de última generación incorporan sistemas que refuerzan la seguridad del operador y del entorno. Garrido destaca la función de cinturón de seguridad inteligente, que impide el encendido si no está colocado; luces de advertencia visual (azul y rojas), que alertan a los peatones sobre la presencia del equipo; y los medidores de peso integrados en equipos Toyota, que verifican si la carga es segura según la configuración del montacargas.

A esto se suma SENS+, un sistema exclusivo que detecta la presencia de personas a un metro de distancia en la parte trasera del equipo, deteniendo automáticamente su avance. Además, los montacargas Toyota cuentan con pantallas multifunción a color que permiten al operador monitorear en tiempo real variables como velocidad, peso de la carga, estado del sistema hidráulico y posición de las ruedas.

Finalmente, Garrido subraya la importancia de formar adecuadamente al personal: “En Meisa, contamos con un protocolo de capacitación integral que garantiza el uso correcto del equipo. Esto contribuye a extender su vida útil, mejorar la productividad y reducir riesgos laborales”.

Seleccionar el montacargas correcto no es solo una cuestión técnica, sino una decisión que impacta la seguridad, eficiencia y rentabilidad de la operación. Evaluar el entorno, la carga, la tecnología incorporada y formar al personal son pasos clave para lograrlo.