Cinco tendencias clave que marcan la pauta en la formación ejecutiva este 2025

La formación ejecutiva en 2025 no se trata solo de adquirir nuevos conocimientos, sino de adaptarse, evolucionar y potenciar las capacidades humanas en un mundo cada vez más digital.

El 2025 trae consigo desafíos renovados para las organizaciones, en un contexto global que continúa transformándose a gran velocidad. La aceleración de la transformación digital, el avance imparable de la inteligencia artificial, las nuevas dinámicas laborales como el trabajo híbrido y la creciente competencia por atraer y retener talento están obligando a las empresas a replantear sus estrategias internas con mayor agilidad y visión a largo plazo.

En este escenario, el desarrollo del capital humano se ha vuelto una prioridad. Ya no basta con ofrecer capacitaciones puntuales o enfocadas solo en habilidades técnicas. Las organizaciones están apostando por una formación continua, personalizada y alineada con los objetivos estratégicos del negocio. Capacitar a sus equipos no es solo una inversión en productividad, sino también una herramienta para fortalecer la cultura organizacional, aumentar el compromiso y preparar a las personas para enfrentar la incertidumbre.

Teniendo en cuenta ello, Campus Romero, plataforma tecnológica especializada en capacitación corporativa, ha identificado cinco tendencias clave que están marcando la pauta en formación ejecutiva este año:

  1. Microlearning: formación en pequeñas dosis. Esta metodología propone contenidos cortos —de entre 2 y 5 minutos— que se integran fácilmente en la rutina laboral. Ideal para ejecutivos con poco tiempo, permite un aprendizaje constante sin afectar la productividad. Su enfoque flexible, progresivo y personalizado mejora la retención de conocimientos y maximiza el impacto de la capacitación.

“Gracias a este formato se puede aprender en menos tiempo, con mayor enfoque y sin interrumpir el ritmo de trabajo. Es ideal para ejecutivos con agendas exigentes, porque ofrece contenidos breves, concretos y aplicables al día a día”, asegura Rómulo Martínez, director de la plataforma.

  1. Inteligencia Artificial: de la moda a la intencionalidad. Aunque el 49% de los directores ejecutivos planea invertir en inteligencia artificial en los próximos tres años, el 61% reconoce que sus organizaciones están avanzando más rápido de lo que sus equipos pueden adaptarse, según datos de Gartner.

Este desfase evidencia un riesgo clave: implementar tecnología sin desarrollar las capacidades necesarias para aprovecharla. Por ello, la capacitación en IA debe ser intencionada y estratégica, enfocada no solo en comprender su funcionamiento, sino en aplicar sus beneficios concretos en los procesos y la productividad diaria del negocio.

  1. Análisis de datos: decisiones más inteligentes en formación. En 2025, tomar decisiones informadas implica que todos los ejecutivos comprendan y apliquen datos. Capacitar en análisis básico y contextualización de la data es clave para detectar oportunidades, optimizar procesos y mejorar resultados. Una cultura basada en datos se traduce en más competitividad y agilidad.

“El mayor reto es vencer la idea de que los datos son solo para perfiles técnicos. Muchos ejecutivos se sienten abrumados porque no han tenido una formación clara en cómo interpretar y aplicar la data a sus decisiones. Nosotros lo resolvemos con metodologías prácticas, casos reales y un enfoque accesible, para que cualquier profesional pueda tomar decisiones basadas en datos, sin necesidad de ser experto en analítica”, enfatiza Martínez.

  1. Habilidades blandas como “habilidades de poder”. Las denominadas “habilidades blandas” —como comunicación, empatía o pensamiento crítico— hoy son esenciales para liderar. Son competencias humanas que potencian el trabajo colaborativo, el liderazgo adaptativo y la integración con la tecnología, y que además fortalecen la cultura y la resiliencia organizacional.

Un estudio de Deloitte estima que para el 2030, dos tercios de los puestos de trabajo dependerán en gran medida de este tipo de habilidades, lo que demuestra su relevancia no solo a nivel individual, sino también estratégico.

  1. Tecnologías inmersivas: AR, VR y XR. Las tecnologías inmersivas, como la Realidad Aumentada (AR), la Realidad Virtual (VR) y la Realidad Extendida (XR), han trascendido el ámbito del entretenimiento para convertirse en herramientas clave en la capacitación ejecutiva. En 2025, no solo se trata de enseñar a los empleados cómo utilizar estas herramientas, sino de integrar su comprensión y manejo en el contexto de sus roles profesionales.

Según un informe de PwC, se prevé que la capacitación con Realidad Virtual contribuirá con 294,000 millones de dólares a la economía mundial para 2030, lo que resalta su relevancia y adopción en el entorno corporativo.

En un mundo laboral en constante transformación, la formación ejecutiva debe acompañar el cambio con estrategias más ágiles, humanas y tecnológicas. Las organizaciones que apuesten por estas tendencias no solo desarrollarán líderes más preparados, sino también equipos más resilientes, motivados y alineados con los desafíos del negocio. La clave está en evolucionar la forma de aprender para seguir liderando con impacto.