Cinco claves para blindar la reputación corporativa en la era de la desinformación digital

Altavoz Comunicaciones presenta estrategias concretas para que las empresas prevengan y enfrenten las fake news, protegiendo su credibilidad en entornos digitales.

Los rumores y contenidos falsos pueden multiplicarse en cuestión de minutos, afectando la imagen de una organización y debilitando la confianza de sus audiencias. La velocidad y el alcance de la información en redes sociales y medios digitales hacen que cualquier empresa, sin importar su tamaño o sector, esté expuesta a este riesgo.

De acuerdo con el Instituto Reuters el 54% de los usuarios a nivel mundial afirma haber encontrado noticias falsas en redes sociales durante el último año. Este fenómeno no solo representa una amenaza para la reputación, sino también para la credibilidad y la relación con clientes, colaboradores y aliados estratégicos.

Frente a este escenario, Paola Ascue, directora de Altavoz Comunicaciones, afirma que la reputación constituye uno de los patrimonios más valiosos y, a la vez, más vulnerables para cualquier organización. “Disponer de un plan de acción claro, probado y bien ejecutado es determinante para neutralizar de manera eficaz cualquier intento de desinformación”, subraya.

Bajo esta premisa, la especialista comparte cinco claves que deben tener en cuenta las marcas para anticiparse a posibles crisis y responder de forma ágil y coherente.

  1. Verificación rigurosa de fuentes. Antes de difundir cualquier información, es esencial confirmar su autenticidad revisando medios reconocidos y canales oficiales. Por ejemplo, contrastar datos con comunicados de ministerios o asociaciones del sector antes de publicarlos en redes corporativas. Este proceso evita que la empresa se convierta en un vehículo de rumores.
  2. Protocolos de respuesta rápida. Definir un plan de acción que permita reaccionar en menos de dos horas ante una noticia falsa. Esto implica tener mensajes prediseñados, voceros autorizados y canales claros para establecer su postura. Una buena opción es utilizar un comunicado oficial en la web y replicarlo en redes para unificar la versión corporativa.
  3. Capacitación continua de voceros. Formar a los portavoces en manejo de crisis y comunicación asertiva asegura respuestas firmes y coherentes. La realización de simulacros de entrevistas con preguntas difíciles ayuda a que los voceros actúen con seguridad y transmitan datos verificados en cualquier escenario.
  4. Escucha social proactiva. Implementar herramientas de monitoreo como Brandwatch o Talkwalker permite detectar menciones sospechosas o negativas antes de que escalen. Un ejemplo práctico es configurar alertas con palabras clave relacionadas con la marca para actuar de inmediato cuando surge una conversación potencialmente dañina.
  5. Creación de contenido confiable y de valor. Generar publicaciones respaldadas por expertos, cifras oficiales y testimonios fortalece la autoridad de la empresa. Emitir informes periódicos con análisis del sector o videos educativos en redes sociales no solo combate rumores, sino que también proyecta transparencia y profesionalismo.

“Prevenir siempre será más efectivo que reaccionar, pero cuando una crisis llega, contar con un plan bien ensayado marca la diferencia entre perder credibilidad o salir fortalecido”, sostiene Ascue.

Sin duda, blindar la reputación corporativa frente a la desinformación digital exige preparación constante, rapidez de respuesta y coherencia comunicacional. La implementación de estas cinco acciones no solo minimiza el riesgo reputacional, sino que también fortalece la percepción de transparencia, integridad y compromiso, elementos clave para generar relaciones sólidas y duraderas con todos los grupos de interés.