En entrevista para Revista Economía, Carla Cipriani, fundadora de Cipriani & Asociados, explica por qué Chachapoyas se perfila como uno de los polos de inversión más prometedores del país, impulsado por el turismo, la infraestructura y la formalidad del mercado.
¿Qué factores explican el creciente interés de los inversionistas por la zona de Chachapoyas?
Chachapoyas es una zona que está creciendo muchísimo gracias al desarrollo turístico y a la infraestructura que se ha implementado. En el Perú, el único teleférico que existe son las telecabinas de Kuélap, y eso ha impulsado el turismo de manera sostenida. Cuando el turismo crece, también lo hace el movimiento económico y el desarrollo en la zona. Además, hay obras públicas que han mejorado notablemente la interconexión, vuelos regulares y un aeropuerto en proceso de ampliación. También existen proyectos que unen la región Amazonas con Loreto, universidades y otros indicadores que respaldan el crecimiento. Esto atrae tanto a personas que buscan invertir para vivir en el futuro como a inversionistas que desean adquirir propiedades a precios aún accesibles, como los de proyectos desde 120 soles el metro cuadrado.
¿Qué tanto han influido las obras y la infraestructura en el valor del suelo urbano?
En los últimos años, la demanda de suelo urbano ha aumentado considerablemente, lo que genera una gran oportunidad tanto para desarrollar como para comprar. El valor de los terrenos grandes ha subido entre 50 y 80% en los últimos dos años. Aún no se ha alcanzado el nivel de otras zonas del país, por lo que sigue siendo un buen momento para invertir. Por ejemplo, el proyecto Villaverde llevará el primer centro comercial a Chachapoyas, lo que incrementará el valor de la zona, ya que las familias buscan comodidad, servicios y buena conectividad.
¿Cuál es el perfil de los inversionistas que están llegando a Chachapoyas?
Hay dos tipos. Por un lado, los que compran terrenos para revenderlos en unos años y aprovechar la plusvalía, y por otro, quienes buscan generar rentas a largo plazo. Estos últimos compran terrenos, luego construyen una vivienda y la alquilan, generando ingresos mensuales permanentes. Además, la ciudad crece en población y es una de las más seguras del Perú, lo que la hace atractiva no solo para segundas residencias, sino también para viviendas principales.
¿Qué diferencia a proyectos como Villaverde y Vista Hermosa del resto de ofertas en la región?
Lo más importante es la formalidad. En el Perú, más del 90% de los terrenos tiene algún problema de saneamiento físico-legal. Estos proyectos, en cambio, son de habilitación urbana, lo que garantiza titulación en registros públicos, servicios básicos de energía y agua, y estándares de calidad de vida. No se trata solo de comprar un terreno, sino de adquirir seguridad jurídica, servicios y espacios recreativos, algo clave para el valor del activo y la tranquilidad del comprador.
¿Estos proyectos incluyen construcción o solo venta de terrenos?
Los compradores pueden elegir libremente quién construye su vivienda, aunque los desarrolladores también ofrecen modelos de casa propios. En Vista Hermosa, por ejemplo, ya existen dos casas modelo, y en Villaverde está prevista la primera para 2026. Además, Villaverde apuesta por desarrollar el primer centro comercial de Chachapoyas, lo que consolida su valor como zona residencial moderna.
¿Cómo se combina el desarrollo inmobiliario con la preservación del entorno natural y la identidad local?
Los proyectos con habilitación urbana deben cumplir parámetros que aseguran áreas verdes, zonas recreativas y jardines, evitando una urbanización desordenada. En el caso de Vista Hermosa y Villaverde, los desarrolladores locales van más allá de lo exigido por ley. Vista Hermosa destina casi el 50% del área total a espacios naturales y actividades recreativas, como canopy, caminatas, trekking y contacto con la fauna local. Villaverde, por su parte, contará con un gran parque interno y un mariposario, promoviendo la convivencia con la naturaleza y el respeto por la identidad del lugar.
¿Cómo visualiza el futuro de Chachapoyas? ¿Puede convertirse en un nuevo polo inmobiliario del país?
Definitivamente sí. Hay inversión pública y privada de millones de soles. Desde la construcción del teleférico de Kuélap en 2015, la zona ha crecido notablemente. Solo en el último año, el turismo aumentó 30%. Además, existen proyectos por más de mil millones de soles para conectar Amazonas con Loreto y con Ecuador, y recientemente se confirmó la apertura de una sede de la Universidad San Marcos en Chachapoyas. Todo apunta a que se consolidará como un gran polo inmobiliario. Por eso, es mejor invertir antes de que los precios suban, aprovechando la oportunidad actual en un entorno seguro, formal y en expansión.
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