- Un aditivo innovador permite extender en un 50% la vida útil de las carreteras y generar hasta un 24% de ahorro económico gracias a su mayor durabilidad, transformando el rumbo de la infraestructura vial.
Con el aumento del tráfico pesado y las condiciones climáticas extremas, las carreteras están sometidas a un desgaste acelerado, lo que plantea grandes desafíos para su durabilidad. Sin embargo, innovaciones como los aditivos para asfalto están abriendo nuevas posibilidades para construir una infraestructura vial más resistente y con menor impacto ambiental.
“Es necesario repensar cómo construimos nuestras carreteras, porque el aumento del tránsito pesado y los eventos climáticos extremos impactan directamente en la vida útil del asfalto. La química, aplicada de manera inteligente, se convierte en una gran aliada para enfrentar estos desafíos”, afirma Sergio Alves da Silva Junior, responsable del negocio de B2Last® de BASF para América del Sur.
Cita como ejemplo a B2Last ® , un aditivo desarrollado por BASF, que permite que las carreteras tengan una mayor resistencia y una vida útil prolongada en hasta un 50%. Esta solución actúa creando una red polimérica dentro del asfalto, optimizando sus propiedades elásticas y garantizando mayor durabilidad en condiciones extremas.
Pero la durabilidad no es su único beneficio. Estudios realizados en países como Alemania y Estados Unidos han demostrado que el uso de este aditivo también reduce significativamente las emisiones durante su producción y aplicación, con una disminución de hasta un 65% en los vapores de betún liberados.
En análisis de ciclo de vida realizados por instituciones, se ha comprobado que el uso del producto puede reducir el consumo de recursos primarios en hasta un 37% y generar un ahorro económico de hasta un 24% durante el ciclo de vida del pavimento. Por otro lado, esta innovación también contribuye a la eficiencia operativa. Al simplificar el proceso de producción, se reduce el tiempo, la mano de obra y la energía necesarios, lo que se traduce en menores costos y una significativa reducción de la huella de carbono en el proceso de pavimentación.
Con estos avances, el sector de la pavimentación está dando pasos importantes hacia una infraestructura más duradera, eficiente y alineada con los objetivos globales de sostenibilidad y resiliencia ante el cambio climático.