En su segunda jornada, el foro convocó a autoridades y expertos que coincidieron en la urgencia de impulsar inversión privada, empleo formal y productividad para retomar el crecimiento del país.
La 63 edición de CADE Ejecutivos 2025, organizada por IPAE Acción Empresarial, reunió a figuras clave del sector público y privado en una sesión dedicada al crecimiento económico del Perú. Durante el encuentro, se abordaron estrategias para fortalecer la inversión, fomentar el empleo formal y elevar la productividad nacional como pilares de la competitividad.
Participaron Denisse Miralles, ministra de Economía y Finanzas, y Luis Carranza, exministro de Economía y Finanzas y director de Alpha Asesoría Estratégica, con la moderación de Ian Vásquez, vicepresidente de estudios internacionales del Cato Institute.
La ministra Miralles enfatizó que el actual gobierno tiene como prioridad brindar estabilidad a las familias y asegurar un entorno confiable para los inversionistas. En esa línea, anunció la implementación de un “shock desregulatorio nacional” para simplificar trámites, licencias y permisos, eliminando requisitos redundantes que obstaculizan la inversión. Este plan se complementará con el Plan Nacional de Infraestructura 2025–2030, próximo a aprobarse.
Por su parte, Carranza planteó la necesidad de “construir el edificio de la prosperidad” mediante inversión en infraestructura, clave para reducir los tiempos logísticos y conectar la producción con los mercados. Subrayó además la urgencia de reactivar proyectos mineros y de agroexportación, y de limitar el gasto corriente del sector público para liberar recursos hacia inversión productiva.
A su turno, Vásquez destacó el rol que ha tenido la libertad económica en el desarrollo del Perú y advirtió que es necesario retomar ese enfoque para recuperar los niveles de crecimiento previos.
Bajo el lema “Firmes en la acción, ¡Por la patria!”, CADE Ejecutivos 2025 lanzó un mensaje contundente: el país necesita liderazgo legítimo, decisiones firmes y visión de largo plazo para reconstruir la confianza, reactivar la economía y restablecer el orden.
El evento se lleva a cabo en el Centro de Convenciones de Lima, en San Borja, y reafirma su papel como el principal espacio de articulación entre el empresariado, el Estado y la sociedad civil.






