Brasil fortalece su industria de defensa y marca récord de exportaciones en 2025

Con ventas por más de US$ 1.300 millones en solo seis meses, el país consolida su estrategia de autonomía tecnológica y expansión global en uno de sus sectores más dinámicos.

Brasil cerró el primer semestre de 2025 con un nuevo récord en exportaciones de su industria de defensa: US$ 1.310 millones, cifra que equivale al 73,6 % del total exportado durante todo el año pasado, cuando ya se había alcanzado una marca histórica. Con este desempeño, el país no solo refuerza su presencia internacional en un sector altamente estratégico, sino que avanza en su objetivo de consolidarse como un proveedor global de tecnología y equipamiento militar.

Actualmente, Brasil exporta productos y servicios de defensa a unos 140 países en todos los continentes. Solo el rubro aeroespacial —que incluye aeronaves, partes y componentes— representó el 34 % de las exportaciones del semestre, consolidando a este segmento como un pilar del comercio exterior de defensa brasileño.

La Base Industrial de Defensa (BID), integrada por 283 empresas y con más de 2.000 productos registrados, representa el 3,58 % del PBI del país y emplea a cerca de 2,9 millones de personas de forma directa e indirecta. La oferta es diversa: va desde aviones y armamentos hasta soluciones cibernéticas, radares y sistemas de comunicación segura.

Para el gobierno brasileño, este avance no es casual. Heraldo Luiz Rodrigues, Secretario de Productos de Defensa, subrayó que la estrategia combina impulso estatal, inversión en tecnología y una apuesta sostenida por la calidad: “Nuestro rol no solo es fabricar, sino también desarrollar, financiar y promover internacionalmente nuestras capacidades. Lo que estamos exportando es innovación con sello propio”.

Uno de los motores detrás de este desempeño es la llamada “Misión 6” del Programa Nueva Industria Brasil (NIB), lanzado este año. Esta iniciativa busca aumentar el dominio nacional en tecnologías clave —como satélites, radares o cohetes— del actual 42 % a un 55 % hacia 2026, con una meta más ambiciosa del 75 % para 2033.

Con ello, Brasil aspira a una mayor autonomía estratégica y a reducir la dependencia de proveedores extranjeros en áreas sensibles. La política de incentivo al desarrollo interno ha generado sinergias entre las Fuerzas Armadas, el sector empresarial y las universidades, formando un ecosistema orientado a la innovación, la seguridad nacional y la competitividad.

“El camino hacia la autosuficiencia tecnológica será uno de los principales impulsores del crecimiento sostenido de nuestras exportaciones”, afirmó Rodrigues. En un mundo donde la tecnología y la seguridad están cada vez más interconectadas, Brasil quiere sentarse a la mesa como proveedor confiable y autónomo.