Bolivia produce solo un tercio de su gas y petróleo frente a 2015

El ministro Mauricio Medinaceli alertó que el país atraviesa una crisis estructural en el sector hidrocarburífero, con alta dependencia de combustibles importados y un urgente plan de estabilización.

Producción en caída libre

El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Mauricio Medinaceli, advirtió que el país produce actualmente solo un tercio del gas y los líquidos que generaba en 2015. En ese año, la producción superaba los 60.000 barriles diarios; hoy apenas alcanza los 20.000. A ello se suma que el 95% del diésel y el 55% de la gasolina que se consume en el país son importados.

“El sector hidrocarburos en Bolivia está desestabilizado. De ser un productor importante de gas, gasolina y diésel, hoy estamos en una situación inestable que es necesario recuperar”, afirmó Medinaceli en conferencia de prensa, acompañado por el presidente de YPFB, Yussef Akly Flores, y la directora de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Margot Ayala.

Plan para recuperar la confianza

El ministro destacó que el mandato del presidente Rodrigo Paz es restablecer la confianza en el sector y garantizar el abastecimiento interno. “Queremos que las personas vayan a una estación de servicio y encuentren combustible. La confianza de los organismos internacionales debe traducirse en confianza ciudadana”, remarcó.

Según Medinaceli, el respaldo financiero de proveedores internacionales y locales ha permitido extender líneas de crédito que aseguran la continuidad del suministro. Asimismo, el Gobierno trabaja en una revisión integral del esquema de precios de los combustibles —gasolina, diésel, fuel oíl y GLP—, que podría incluir la eliminación gradual de la subvención.

Abastecimiento y estabilidad

Bolivia requiere entre 300 y 400 cisternas diarias para cubrir su demanda. El ministro señaló que se está reponiendo el stock de seguridad, que se encontraba en niveles críticos, y que se fortalecerá la capacidad financiera con apoyo del Ministerio de Economía.

“Estamos enfocados en estabilizar el sector, garantizar la continuidad de la actividad económica y generar confianza en la población y en los proveedores”, enfatizó Medinaceli, asegurando que el plan incluye la participación del sector privado en la provisión de combustibles y la implementación de controles estrictos para evitar la corrupción.

Primeras señales de normalización

Medios locales constataron que la distribución de gasolina y diésel se desarrolla con normalidad en varias estaciones de servicio de La Paz, sin filas ni demoras. Conductores destacaron que el abastecimiento ha mejorado significativamente en los últimos días.

Con este panorama, el Gobierno boliviano busca recuperar la estabilidad de un sector que alguna vez fue motor de su economía, pero que hoy enfrenta su momento más crítico en casi dos décadas.