Los mercados celebraron el fortalecimiento del S&P 500, cuya amplitud mejora con el 62% de sus componentes cotizando por encima de la media móvil de 200 días.
En una jornada cargada de datos macroeconómicos, declaraciones políticas, decisiones monetarias y movimientos estratégicos por parte de las grandes potencias, los mercados globales se vieron impulsados por la renovada confianza en los activos de riesgo, mientras se mantiene la cautela por la volatilidad arancelaria y geopolítica. La narrativa dominante en Estados Unidos gira en torno a la inminente transición de la Reserva Federal hacia una política monetaria más flexible, alimentada por señales de moderación en el mercado laboral y en la inflación, así como por un fortalecimiento sostenido de los mercados accionarios. A su vez, la política fiscal agresiva del gobierno norteamericano y sus decisiones comerciales han generado reacciones inmediatas en la escena internacional, marcando el pulso de los sectores tecnológicos, energéticos y de materias primas. En Europa, los bancos centrales proyectan cautela ante un crecimiento débil y señales de fragmentación fiscal, mientras Asia vuelve al centro del diálogo diplomático global tras los nuevos acercamientos bilaterales entre Washington y Pekín.
En Estados Unidos, los mercados celebraron el fortalecimiento del S&P 500, cuya amplitud mejora con el 62% de sus componentes cotizando por encima de la media móvil de 200 días, el nivel más alto desde enero. A pesar de que los flujos sistemáticos aún no han regresado del todo, el posicionamiento de los CTA se neutraliza tras meses de ventas netas, y un eventual retorno del flujo podría actuar como catalizador para nuevas alzas. Según datos históricos, un repunte trimestral del 25%, como el actual, solo se ha observado cinco veces antes en la historia, y en promedio estas instancias fueron seguidas por otro 22% de apreciación en los doce meses posteriores, sin registrar caídas. Sanctuary Wealth Management lanzó la previsión más optimista del ciclo actual al proyectar un S&P 500 en 7.000 puntos hacia fin de año.
Los clientes privados de Bank of America incrementaron su exposición a acciones al 64%, el nivel más alto desde marzo de 2022, y redujeron su posición en efectivo al 10,7%, el mínimo desde octubre de 2021. JPMorgan, por su parte, anticipa un “muro de dinero” de 500.000 millones de dólares que impulsará los activos de riesgo en el segundo semestre. Este renovado apetito también se refleja en la mayor afluencia de capital hacia tecnología desde el Día de la Liberación, en medio del furor por criptomonedas y activos digitales. Bitcoin alcanzó por primera vez los USD 118.000 y Standard Chartered proyecta un avance hasta los USD 135.000 al cierre del tercer trimestre, con extensión hasta los USD 200.000 para finales de año. Parte del repunte parece haber sido catalizado por una sesión de estudio sobre criptoactivos y monedas estables organizada por la Comisión de Supervisión y Administración de Activos del Estado de Shanghái (SASAC).
El debate en la Reserva Federal está intensificándose. Daly, Waller, Musalem y Goolsbee coinciden en que las condiciones económicas actuales permiten iniciar un ciclo de recortes. Daly proyecta dos reducciones en 2025 y reconoce que la oferta y demanda laboral están en equilibrio, aunque advierte riesgos inflacionarios si se extienden los aranceles más allá de las importaciones. Musalem ve probable que el impacto de los aranceles empiece a reflejarse en los datos de junio, con efectos plenos a finales de este año o inicios de 2026. El gobernador Waller, quien se mantiene en la minoría del FOMC que favorece un recorte en julio, reitera que la actual política monetaria es excesivamente restrictiva y que el endurecimiento ha superado el 1,5% sobre la tasa neutral. La Fed, además, contempla cambios estructurales en su balance: Waller sugiere aumentar gradualmente la tenencia de letras del Tesoro, mientras se normalizan las operaciones de mercado abierto para controlar la liquidez. A su vez, la subasta de T-Bonds a 30 años mostró una leve subida en la tasa (4,889% frente al 4,844% anterior), mientras las letras a 4 y 8 semanas descendieron ligeramente.
La política comercial de la administración Trump volvió a tensionar el contexto global. La imposición de aranceles del 35% a las importaciones canadienses, con vigencia desde el 1 de agosto, generó un alza inmediata en el USDCAD. Trump justificó la medida por la falta de cooperación de Canadá en el control del flujo de fentanilo, e incluso amenazó con incrementos adicionales si Ottawa contraataca. Lula da Silva, presidente de Brasil, manifestó que buscarán negociar primero, pero si no hay avances, aplicarán la ley de reciprocidad. El ministro de Finanzas de Brasil, Haddad, calificó el arancel del 50% como insostenible.
La Casa Blanca también analiza suministrar armas a Ucrania a través de la OTAN, lo que ha sido calificado por el Kremlin como «negocios», al tiempo que Moscú declaró tener experiencia suficiente para neutralizar la propuesta europea de imponer un límite flotante al precio del petróleo ruso. Por otro lado, Rusia evalúa una posible prohibición a las exportaciones de gasolina, dependiendo de la evolución de los precios en los próximos días.
En cuanto al vínculo con China, el secretario de Estado estadounidense, Rubio, calificó de “muy constructiva” la reciente reunión bilateral con su homólogo chino. Ambas partes acordaron fomentar el diálogo a todos los niveles. El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, declaró que espera que ambas potencias puedan “llevarse bien en una nueva era”, y reafirmó la resiliencia de la economía de su país. En paralelo, Trump dejó entrever una posible reunión con Xi Jinping en el corto plazo.
En el sector corporativo, Apple anunció una ambiciosa línea de productos para 2026, incluyendo nuevos iPads, MacBook Pro y el iPhone 17e, lo que subraya la estrategia de actualización anual de sus dispositivos. En el ámbito bancario, Wells Fargo planea eliminar un programa de tarjetas de crédito que otorgaba recompensas por el pago de alquiler, mientras Goldman Sachs elevó su recomendación para McDonald’s de neutral a comprar. JPMorgan, por medio de su CEO Jamie Dimon, anticipa una probabilidad del 40%-50% de subida de tasas en EE.UU. en caso de presiones inflacionarias, al tiempo que reconoció desafíos estructurales para Europa.
En Europa, los comentarios del BCE delinean un enfoque dividido. Schnabel subrayó que existe un “listón muy alto” para nuevos recortes, destacando que el banco central se encuentra en una buena posición. No obstante, Panetta mostró una postura más dovish al sugerir que el BCE debería recortar más si el débil crecimiento afecta los precios, llamando a una política más pragmática. La inflación francesa de junio superó expectativas, situándose en 0,4% mensual y 1,0% interanual, lo que podría restar urgencia a nuevos estímulos. En contraste, el Reino Unido presentó un dato negativo de PIB mensual en mayo, con una contracción del 0,1%, contraviniendo la expectativa de expansión del 0,1%. En el frente diplomático, el primer ministro británico Starmer y el presidente francés Macron sostuvieron un encuentro clave en el actual contexto de redefinición de la estrategia fiscal y comercial europea. Alemania, por su parte, enfrenta retrasos relevantes en la adquisición de seis nuevos buques de combate, comprometiendo su capacidad operativa.
En Asia, además del impulso en el sector inmobiliario chino por rumores de apoyo estatal, Hindustan Unilever designó a Priya Nair como nueva CEO desde el 1 de agosto, en un esfuerzo por revertir la ralentización en la demanda y los márgenes frente a la creciente competencia.
El panorama de los mercados globales se encuentra en una encrucijada estratégica, marcada por la convergencia de múltiples fuerzas: una Fed cada vez más inclinada al recorte, impulsada por la fortaleza del empleo y el consumo aún vigentes, una expansión sostenida en los mercados accionarios liderados por tecnología y criptomonedas, y una creciente incertidumbre comercial que podría erosionar los márgenes empresariales y las cadenas de suministro si los aranceles se intensifican.
En este contexto, la previsión de Goldman Sachs de un recorte en septiembre parece cada vez más plausible, en línea con la flexibilización que demandan varios miembros del FOMC. No obstante, el riesgo inflacionario por los aranceles, combinado con la resiliencia del mercado laboral, podría obligar a la Fed a dosificar su reacción. Si se consolida la narrativa de crecimiento sostenido sin aceleración inflacionaria, los activos de riesgo podrían extender su rally hasta fin de año, liderados por tecnología y criptoactivos. Sin embargo, un giro en la política comercial o un shock exógeno geopolítico, como una escalada en Rusia-Ucrania o tensiones renovadas en Asia, podrían actuar como freno abrupto.
Mi escenario base contempla un segundo semestre dominado por la volatilidad controlada, con rendimientos positivos para los índices norteamericanos, continuidad en la fortaleza del Bitcoin, y una Fed que comenzará su ciclo de recortes en septiembre. La vigilancia estrecha del efecto arancelario, las decisiones de política fiscal y el comportamiento del consumo serán determinantes para calibrar con precisión las trayectorias de política monetaria y valoración de activos.






