El Consejo Regional de Arequipa detectó fallas estructurales y desvíos presupuestales en el megaproyecto vial, lo que podría postergar su finalización más allá de 2026.
La autopista Arequipa–La Joya, considerada una de las obras de infraestructura más relevantes del sur del Perú, enfrenta una serie de obstáculos técnicos y administrativos que comprometen su avance y eventual entrega. Según el informe final de una comisión investigadora del Consejo Regional de Arequipa (CRA), la obra no será concluida durante la actual gestión regional.
El documento —elaborado por una comisión especial presidida por el consejero Miguel Ángel Linares Riveros— identifica problemas en el expediente técnico, costos incrementados y una serie de ampliaciones presupuestales no previstas. De los cuatro componentes del proyecto (puente arco y accesos, túnel mellizo, tramo vial e intercambio vial), el primero ha experimentado nueve adendas y aún requerirá un nuevo adicional para instalar diez pilares de refuerzo en el puente.
Uno de los hallazgos más relevantes es la desalineación entre el tramo vial y el puente del componente I, con una desviación de 27 metros, lo que impide una conexión directa. Esta situación obligará a actualizar el expediente técnico y posiblemente modificar el trazo o construir una estructura adicional, como un óvalo, para resolver la discontinuidad vial.
Además, el proyecto ya ha superado el 30 % del presupuesto inicial, lo que, según norma, exige una revisión y aprobación por parte de la Contraloría General de la República antes de convocar a nuevas licitaciones. Este proceso añade más incertidumbre a los plazos. A la fecha, ni siquiera se ha completado la presentación del adicional 9, informó Linares.
Pese a los avances parciales, los plazos administrativos, las observaciones técnicas y las modificaciones requeridas hacen improbable que la obra sea entregada antes del final de la actual gestión. Esto tiene implicancias importantes para el tráfico logístico y la conectividad regional, dado que la autopista busca mejorar el acceso entre la ciudad de Arequipa y la Panamericana Sur, facilitando el tránsito de carga hacia el futuro Puerto de Corío y el nodo industrial de La Joya.






