El Consorcio COSAPI-HV lidera la ejecución de obras críticas en la planta concentradora de San Gabriel, incluyendo el sistema de chancado, molinos, lixiviación y el imponente Muro TEM.
La mina San Gabriel, uno de los proyectos estratégicos de la Compañía de Minas Buenaventura S.A.A., sigue sumando hitos en su desarrollo. Ubicada en Ichuña, Moquegua, a más de 4,700 msnm, la futura operación aurífera avanza en la construcción de su planta concentradora, que será clave para el procesamiento de oro.
En esta etapa crítica, el Consorcio COSAPI-HV, adjudicatario del Contrato de Instalación de Concreto y SMP (Montaje de Estructuras, Mecánica y Tuberías), lidera obras que consolidan la infraestructura productiva del proyecto. La ejecución incluye trabajos civiles, instalación de sistemas de puesta a tierra, montaje de estructuras, sistemas mecánicos y redes de tuberías.
Entre los avances más destacados figura el montaje completo del sistema de chancado, la instalación de molinos tipo SAG y de bolas, así como la colocación de espesadores de gran capacidad destinados a las áreas de lixiviación y filtros. Además, el consorcio trabaja en el montaje de una batería de 10 tanques tipo CIL, tres filtros de gran tamaño y un sistema integral de fajas transportadoras que interconectará todo el circuito de procesamiento.
Uno de los hitos estructurales más relevantes es la construcción del Muro TEM. Esta obra, que permitirá el acceso de volquetes de alta capacidad al área de chancado, demanda la colocación de más de 15,000 m³ de relleno estructural y la instalación de unas 12,000 bloquetas tipo Macwall, un trabajo que resalta la complejidad técnica y logística del proyecto.
Asimismo, se avanza en la construcción de la denominada Gold Room, espacio clave para el almacenamiento del mineral procesado. Este ambiente debe cumplir con los más altos estándares de seguridad y construcción, lo que refuerza la necesidad de contar con socios especializados en cada etapa del desarrollo minero.
Con estos avances, San Gabriel consolida su posición como uno de los proyectos mineros más relevantes para el futuro del sector aurífero peruano, en línea con la estrategia de Buenaventura de fortalecer su portafolio de activos de clase mundial.