Argentina se prepara para entrar al club global del GNL: el plan que transformará Vaca Muerta en un motor exportador

El país prevé iniciar en 2027 sus exportaciones de gas natural licuado desde Río Negro, con un megaproyecto que apunta a generar miles de millones en divisas y consolidar a Vaca Muerta como un polo energético de alcance mundial.

Argentina se encamina a convertirse, en 2027, en uno de los principales exportadores de gas natural licuado (GNL), sumándose a potencias como Australia, Qatar, Estados Unidos y Malasia. El proyecto se ejecutará desde seis buques de licuefacción frente a la costa de Río Negro, conectados a los yacimientos de Vaca Muerta mediante nuevos gasoductos.

El desarrollo, impulsado por el consorcio Southern Energy (SESA) —integrado por Pan American Energy, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG— ya confirmó la inversión para un segundo buque, el “MK II”, que se sumará al “Hilli Episeyo”. La operación de ambas plantas flotantes requerirá una inversión superior a USD 15.000 millones en 20 años.

Con una capacidad conjunta de 6 millones de toneladas anuales (MTPA) de GNL, equivalentes a 27 millones de metros cúbicos diarios de gas, la fase inicial del proyecto “Argentina LNG” iniciará operaciones con el primer buque en el último cuatrimestre de 2027, mientras que el segundo se incorporará a fines de 2028. Las proyecciones estiman exportaciones superiores a USD 20.000 millones hasta 2035, además de generar 1.900 empleos directos e indirectos.

La infraestructura requerida incluye un gasoducto de 36 pulgadas, cuyo financiamiento podría combinar capital privado e internacional. Paralelamente, YPF avanza en dos fases adicionales: “Argentina LNG 2”, junto a Shell, y “Argentina LNG 3”, en alianza con ENI, que sumarían cuatro buques más y un mega gasoducto de 48 pulgadas, el mayor de la región.

De acuerdo con Wood Mackenzie, Vaca Muerta es el mayor desarrollo de hidrocarburos no convencionales fuera de Norteamérica. Su potencial exportador, junto a un marco regulatorio más flexible y el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), han posicionado al país como destino clave para inversiones energéticas estratégicas. Con estas iniciativas, YPF proyecta exportaciones por más de USD 30.000 millones hacia 2030, consolidando un salto estructural en la economía argentina.