Con una inversión de USD 50 millones, Overseas Shipholding Group reactivó al mayor buque petrolero de su flota estadounidense, modernizando motores y sistemas para enfrentar la demanda creciente de Alaska.
Tras casi seis años fuera de servicio, el buque Alaskan Frontier vuelve a operar como el mayor petrolero de la flota estadounidense. La reactivación estuvo a cargo de Nathan Barnard, superintendente técnico de Alaska Tanker Company (ATC) de Overseas Shipholding Group (OSG), con una inversión de USD 50 millones.
Construido en 2004 por General Dynamics Nassco para British Petroleum, el Alaskan Frontier quedó inmovilizado en 2018 por la caída en la producción de barriles. Sin embargo, el aumento de la actividad en North Slope ofreció una oportunidad estratégica para OSG, liderada por Sam Norton, CEO de la compañía.
Barnard, que inició su carrera a bordo del Frontier como tercer ingeniero y ascendió a primer ingeniero, encabezó un proyecto de modernización de más de cinco meses en Singapur, trabajando siete días a la semana. El equipo inspeccionó y reconstruyó todos los sistemas del buque diésel-eléctrico, incluyendo motores, sistemas obsoletos y tratamiento de agua de lastre, asegurando cumplimiento con las regulaciones ambientales actuales.
Gracias a estas mejoras, el Alaskan Frontier no solo regresa al servicio activo, sino que lo hace con mayor eficiencia en el consumo de combustible y con sistemas actualizados para garantizar su operación segura y competitiva en la creciente demanda energética de la región.






