Las familias peruanas priorizan el gasto en alimentación, en especial durante el desayuno y en la compra de insumos esenciales para cocinar.
Según el último estudio Shopper Day 2025, elaborado por Kantar, el 30% de las familias peruanas reporta estar en una situación económica crítica. A pesar de que la proporción de familias en situación de lucha ha disminuido en comparación con el 2024, el porcentaje de quienes deben controlar sus compras sigue siendo elevado.
“Hoy solo el 21% de los peruanos afirma sentirse cómodo con su economía, mientras que el 79% restante reconoce que necesita limitar o planificar estrictamente sus gastos para llegar a fin de mes”, comentó Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
El informe segmenta a las familias peruanas en tres perfiles económicos: quienes enfrentan serias limitaciones para cubrir sus necesidades básicas (struggling), los que logran gestionar su economía con restricciones (managing), y aquellos con finanzas estables (comfortable). De esta última, 2 de cada 10 hogares se encuentran en esta categoría.
Prioridad en la alimentación
Pese a las diferencias en la capacidad adquisitiva, las familias peruanas priorizan el gasto en alimentación, en especial durante el desayuno y en la compra de insumos esenciales para cocinar. Según el informe de Kantar, este rubro concentra entre el 27% y 29% del presupuesto mensual de los hogares, sin importar su nivel de ingreso.
Por ejemplo, quienes tienen mayores dificultades económicas destinan el 29% de sus ingresos a insumos de cocina básica, mientras que los peruanos en mejor situación asignan alrededor del 27% a ese mismo rubro. De manera similar, el desayuno representa entre el 27% y 28% del gasto mensual en alimentos, incluso para quienes cuentan con finanzas más holgadas.
“La canasta básica sigue siendo el centro del presupuesto familiar. Más del 55% del ingreso de los hogares peruanos de bajos recursos se destina exclusivamente a alimentación, siendo el desayuno una de las comidas más valoradas y reforzadas del día”, explicó Milagros Torres.
Ligeras señales de mejora, pero incertidumbre persistente
Aunque el estudio revela que un 36% de los hogares espera gastar más en los próximos meses, la mayoría (64%) se mantendrá en el mismo nivel o reducirá aún más sus compras. Esto refleja una recuperación lenta y desigual, donde las expectativas no siempre van de la mano con una mejora real del poder adquisitivo.
La situación actual pone en evidencia la necesidad de políticas económicas más focalizadas: Pese a una leve mejora en la visión financiera, el 80% de las familias siguen siendo incapaces de cubrir todas sus necesidades sin hacer algún sacrificio importante, limitando su bienestar y capacidad de crecimiento.
