Como uno de los principales productores de oro y cobre a nivel mundial, Perú ocupa una posición estratégica en la industria minera global. Sin embargo, la creciente competencia regional con Argentina a la cabeza, impulsada por las políticas proinversión del gobierno de Javier Milei obliga al país a redoblar esfuerzos y emitir señales claras a la comunidad inversionista internacional.
“La confianza de los inversionistas se construye sobre pilares de predictibilidad y estabilidad”, afirma José Antonio La Rosa, director de Supera y miembro de la delegación peruana que participará en Arminera 2025, el evento minero más importante de Argentina. Según el experto, Perú necesita enfocarse en garantizar un marco legal sólido, procesos eficientes para aprobar proyectos y una comunicación fluida con el sector privado.
En contraste, Argentina ha anunciado una cartera de proyectos mineros por más de US$5,300 millones, con medidas especiales para atraer inversiones superiores a US$200 millones, convirtiéndose en un competidor cada vez más atractivo.
Para mantener su liderazgo regional, el Perú debe:
- Agilizar la permisología: Reducir tiempos y simplificar trámites para exploración y desarrollo.
- Asegurar un marco legal estable: Evitar cambios normativos abruptos.
- Reforzar la promoción activa: Participar en ferias y foros internacionales como Arminera, con una narrativa clara y proactiva.
- Impulsar un diálogo constructivo: Fomentar consensos entre Estado, comunidades e inversionistas.
“El foco debe estar en ofrecer un entorno donde la inversión no solo sea segura, sino también rentable a largo plazo”, agrega La Rosa, destacando que la marca Perú como destino minero confiable será clave para atraer capital y talento.
El escenario está claro: la competencia se intensifica, y Perú debe responder con reformas concretas, comunicación estratégica y un compromiso firme con la inversión responsable y el desarrollo sostenible.
(Andina)
