La inversión privada continuó en tendencia ascendente y pasó de crecer 6,5 por ciento interanual en el cuarto trimestre de 2024 a 8,8 por ciento en el primer trimestre de 2025.
Ésta se benefició de un entorno favorable de confianza empresarial: las expectativas a 3 y 12 meses de las empresas acerca de la economía y del sector continuaron recuperándose y se mantuvieron en terreno optimista. Asimismo, se continuó observando una reducción en las tasas de interés activas, especialmente las de créditos corporativos y a grandes empresas. Este entorno financiero contribuyó al fortalecimiento de las decisiones de inversión privada, reflejándose en el avance del trimestre. Asimismo, la reducción de la inflación y el aumento del empleo y los ingresos ha permitido que los hogares recompongan gradualmente su canasta de consumo, aumentando el gasto relativo en autoconstrucción.
La inversión no residencial aumentó en 11,1 por ciento, en concordancia con el crecimiento interanual de 24,6 por ciento en el volumen de importaciones de bienes de capital.
Por su parte, la inversión residencial revirtió la contracción observada en los diez trimestres previos y creció 2,8 por ciento, impulsada por la recuperación de la autoconstrucción, que reflejó a su vez el incremento de los ingresos reales.