Sin recortes a la vista, la Fed se mantiene firme mientras el mercado apuesta por el alza

El plano geopolítico tuvo un foco relevante con la llamada entre Donald Trump y Vladimir Putin.

En Estados Unidos, las intervenciones de altos miembros de la Reserva Federal han reforzado la tesis de que no se anticipan recortes de tasas de interés antes de septiembre, reflejando un enfoque prudente ante un panorama económico que se percibe como sólido pero lleno de incertidumbres. El vicepresidente de la Fed, Jefferson, y el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, coincidieron en la necesidad de mantener una política monetaria moderadamente restrictiva para evitar un repunte persistente de la inflación, mientras que Raphael Bostic mantuvo su postura de prever un recorte en algún punto del año, condicionado al desenvolvimiento de las negociaciones comerciales.

Los miembros de la Fed han enfatizado que la incertidumbre arancelaria sigue siendo una variable clave. Williams remarcó que los aranceles pueden impactar tanto en inflación como en desempleo, mientras que Kashkari advirtió que las empresas ya están moderando sus inversiones debido al entorno incierto. En paralelo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca reafirmó que el mundo mantiene su confianza en EE.UU. pese a la reciente rebaja de calificación de Moody’s, minimizando su efecto potencial.

En el mercado de renta fija, el rendimiento del bono a 30 años de EE.UU. volvió al 4,90%, mientras que la última subasta de T-Bills mostró una ligera alza en las tasas, señalando una resiliencia en la demanda pese al ruido político y fiscal. El presidente del BNS suizo, Schlegel, afirmó que los bonos del Tesoro estadounidense continúan siendo la única alternativa viable en términos de refugio, pese a la elevada incertidumbre inflacionaria global.

Desde el sector corporativo estadounidense, Home Depot reportó resultados trimestrales ligeramente por debajo de las expectativas, con un BPA de $3.56 frente a los $3.59 estimados, y ventas netas por $39.86 mil millones, superando levemente lo esperado, aunque las ventas comparables cayeron un 0,3%. En el frente tecnológico, Microsoft anunció que alojará los modelos de inteligencia artificial de Elon Musk (Grok 3) en su nube, reforzando su liderazgo en infraestructura tecnológica, mientras que Salesforce ofertará Slack al gobierno federal con descuentos estratégicos. Por su parte, JPMorgan, a través de su CEO Jamie Dimon, abordó tanto la permisividad con el bitcoin para sus clientes como la amenaza de una posible estanflación, criticando además la complacencia fiscal y comercial de EE.UU.

En cuanto a la actividad bursátil, los flujos de los CTA se mostraron positivos en todos los escenarios, especialmente en EE.UU., donde se registró una compra récord de $4.1 mil millones en las primeras tres horas de la jornada, la mayor en la historia por parte de traders minoristas. JPMorgan señaló con optimismo que el S&P 500 se encuentra apenas a un 3,1% de su máximo histórico en 6.144 puntos, y mantiene una postura tácticamente alcista. Goldman Sachs también anticipa compras sólidas en el mercado incluso bajo escenarios adversos.

El plano geopolítico tuvo un foco relevante con la llamada entre Donald Trump y Vladimir Putin. La conversación fue calificada como muy informativa, y ambos líderes discutieron la posibilidad de iniciar de inmediato negociaciones para un alto el fuego entre Rusia y Ucrania, así como el intercambio de prisioneros. Trump destacó su disposición a acuerdos antes que sanciones, y señaló que Estados Unidos ve a Rusia como un socio comercial estratégico para el futuro. Desde el Kremlin se confirmó la intención de organizar una reunión entre ambos, aunque aún sin una sede definida. Zelenskiy, por su parte, reafirmó que Ucrania no retirará tropas ni aceptará ultimátums, aunque espera que las conversaciones avancen pronto. El Vaticano se ha postulado como posible anfitrión para las negociaciones.

En el frente europeo, el BCE se encuentra en un punto de inflexión. Mientras Escrivá alertó que el entorno global, caracterizado por tensiones geopolíticas y comerciales, representa riesgos para la estabilidad financiera y crecimiento, el miembro del consejo Knot advirtió que un recorte de tasas en junio no puede descartarse, aunque aún es temprano para afirmarlo. Mueller fue más conservador, asegurando que no hay motivos claros para recortes significativos. Las proyecciones actualizadas del BCE en junio serán decisivas. Además, el BCE subraya que los aranceles más altos afectarían principalmente a EE.UU., con un impacto más moderado en la eurozona y España.

En paralelo, la Unión Europea aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluye a casi 200 buques de la denominada «flota en la sombra». Además, se discutió una posible reducción del límite de precio del G7 para el petróleo ruso a $50 por barril. En Reino Unido, el primer ministro Starmer celebró un nuevo acuerdo comercial con la UE que garantiza un acceso sin precedentes al mercado común, beneficiando directamente a sectores como el acero y la pesca.

En Suiza, el presidente del Banco Nacional Suizo, Schlegel, señaló que la inflación se mantiene elevada en los servicios domésticos, pero que las presiones externas son negativas. El franco suizo sigue siendo un refugio preferido en tiempos de alta incertidumbre, y se mantiene la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario si es necesario.

Asia presentó una jornada igualmente cargada de decisiones clave. En China, el Banco Popular recortó los tipos de interés de referencia en 10 puntos básicos, reduciendo el LPR a 1 año al 3,0% y el de 5 años al 3,5%, con el objetivo de estimular la economía ante el creciente peso de las tensiones comerciales. En paralelo, el Banco de China anunció que intensificará la implementación de políticas monetarias y apoyará la innovación tecnológica y el consumo. En términos energéticos, Rusia propuso a China un aumento de suministro petrolero de 2,5 millones de toneladas anuales, fortaleciendo sus lazos bilaterales.

En Japón, los rendimientos de los bonos a 40 años alcanzaron un máximo histórico de 3,56 %, y los de 10 años subieron a 1,529 %. El país también considera aceptar una reducción parcial de aranceles de EE.UU., aunque continúa exigiendo una eliminación total. Las negociaciones con EE.UU. sobre el reparto de gastos militares en territorio japonés están generando tensiones, lo que retrasa el marco del acuerdo comercial. En India y Vietnam también avanzan las negociaciones comerciales con EE.UU., aunque con fricciones derivadas de intereses estratégicos y competitivos.

Australia, por su parte, recortó sus tasas de interés en 25 puntos básicos, llevándolas a 3,85 %, el nivel más bajo desde mayo de 2023. La gobernadora del RBA, Michele Bullock, señaló que la desaceleración de la inflación, que se ubicó en 2,4 % en el primer trimestre, permite esta flexibilización, aunque advirtió que persisten nuevos desafíos.

Finalmente, en el terreno energético y comercial, Nippon Steel invertirá $14.000 millones en U.S. Steel, incluyendo $4.000 millones en una nueva planta siderúrgica, consolidando su posición como actor estratégico en el sector industrial global. China también criticó las restricciones estadounidenses sobre exportación de chips, acusando a EE.UU. de violar el consenso alcanzado previamente en Ginebra.

El panorama global se encuentra en un punto de tensión y bifurcación. Desde la política monetaria hasta la geopolítica, los mercados enfrentan un entorno de alta incertidumbre donde los actores principales —la Reserva Federal, el BCE, el Banco Popular de China y los gobiernos de EE.UU., Rusia y China— juegan simultáneamente sobre tableros económicos, comerciales y diplomáticos. Las tasas se mantienen restrictivas, pero con crecientes presiones para relajar la política monetaria en medio de señales mixtas sobre inflación y crecimiento. La resiliencia de los mercados bursátiles estadounidenses y el comportamiento positivo de los inversores minoristas contrastan con la cautela de las grandes instituciones.

En este escenario, los mercados podrían experimentar una fase de consolidación técnica con tendencia alcista en el corto plazo, especialmente en EE.UU., mientras que Europa y Asia muestran un enfoque más mixto, condicionado a la evolución de los conflictos geopolíticos y al margen de maniobra fiscal y monetaria disponible. Las tensiones comerciales, particularmente las vinculadas a los aranceles, podrían amplificar los riesgos de estanflación si se materializan medidas proteccionistas más agresivas.

Las oportunidades se encuentran en sectores tecnológicos, industriales y energéticos con exposición a acuerdos internacionales y en regiones donde la política monetaria comienza a flexibilizarse. La clave para los próximos trimestres estará en el desenlace de las negociaciones de paz, la estabilidad política en EE.UU., y la evolución de las políticas comerciales globales. Una eventual resolución del conflicto en Ucrania y una reducción de tensiones entre China y EE.UU. podrían ser los catalizadores que reafirmen un nuevo ciclo expansivo global.