Las asociaciones pueden dirigir la financiación tanto a los proyectos como a la infraestructura necesaria para apoyarlos, lo que permite que las soluciones se escalen.
La asociación entre países tiene la capacidad de acelerar la transición hacia la economía circular, transformando el modelo en la principal estrategia de negocios en el mundo, argumentaron expertos durante la sesión plenaria “La economía circular como herramienta para el desarrollo global”, realizada en el Foro Mundial de Economía Circular 2025 (WCEF2025), este miércoles (14/5), en São Paulo.
El evento, que tendrá lugar del 13 al 16 de mayo en São Paulo, es organizado conjuntamente por el Fondo Finlandés de Innovación Sitra, Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI), Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (Senai Nacional) y Senai-SP. Esta es la primera vez que el evento de economía circular más grande del mundo se realiza en América Latina, destacando soluciones provenientes del trópico, especialmente para el sector productivo. Los dos primeros días del evento principal, en el Parque Ibirapuera, reunieron presencialmente a 1.200 invitados. Con 120 sesiones hasta el viernes (16/5), se estima que participarán casi 10 mil personas en el formato online, totalizando 150 nacionalidades diferentes representadas en el evento.
“La economía circular genera enormes beneficios económicos, pero la colaboración será esencial para lograrlo. La transición a una economía circular requiere una acción coordinada de las organizaciones multinacionales”, afirmó Jamie Fergusson, director global de Negocios Climáticos de International Finance Corporation (IFC, miembro del Grupo del Banco Mundial). Este cambio no puede lograrse con un solo actor. Se requieren intervenciones de actores públicos, privados y de la sociedad civil.
Asociaciones como estas pueden dirigir la financiación tanto a proyectos de economía circular como a la infraestructura necesaria para respaldarlos, permitiendo que las soluciones se escalen. Y el sector privado tiene un papel central en el equilibrio de esta cuenta. “Los billones de dólares necesarios superan con creces la capacidad del gobierno. Los mercados privados tendrán que invertir fuertemente, y los fondos públicos deben utilizarse estratégicamente para impulsar esta inversión”, afirmó Fergusson.
La propia IFC ha estado ayudando a ampliar la inversión del sector privado en la economía circular. En abril, la iniciativa anunció una inversión de US$130 millones en Magalu para quintuplicar el reciclaje de residuos electrónicos generados por las ventas del minorista brasileño para 2030. «Brasil genera 2,1 millones de toneladas de residuos electrónicos, de los cuales menos del 4 % se recicla. Esta inversión será parte de la solución a este problema», afirmó.
Asociaciones regionales
Las alianzas regionales, como la Coalición Latinoamericana y del Caribe de Economía Circular, la Alianza Africana de Economía Circular (ACEA) e iniciativas como el Foro de Economía Circular de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), reúnen a actores clave de los sectores público y privado para abordar los desafíos y oportunidades para el crecimiento económico sostenible.
“Cuando nos unimos como patrocinadores, tres países formaban parte de la Alianza Circular África, ahora hay 15 países y otros 15 miembros estratégicos, como la Unión Europea”, expresó Davinah Milenge, Director de Programas del Banco Africano de Desarrollo (AfDB). Según ella, el AfDB crea espacios para que las entidades interactúen y formen redes. “Ampliar las asociaciones es importante para que estas alianzas crezcan”.
El Foro de Economía Circular de ASEAN, asociación que reúne a diez países del sudeste asiático para promover asociaciones regionales y globales, se celebra anualmente y fue fruto del apoyo de la UE y Estados Unidos. La asociación internacional también impulsó la creación del Programa de Economía Circular de ASEAN, que es crucial para aplicar el modelo en los sectores de la construcción, la agricultura, la energía y el transporte a nivel nacional y municipal en la región.
La Coalición Latinoamericana y del Caribe de Economía Circular, integrada por 18 países miembros, mantiene alianzas con representantes del sector privado, la academia y la UE. Beatriz Martins Carneiro, coordinadora regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destaca la importancia de la creciente adopción de planes nacionales sobre economía circular en la región, incluido el aprobado por Brasil en mayo de este año.
“Los países de la región están comenzando a poner la economía circular no sólo como parte de sus agendas ambientales, sino también como un enfoque estratégico para aumentar la resiliencia económica, las innovaciones industriales y la inclusión social”, afirmó.
Implementación y colaboración
Tras la aprobación del Plan Nacional de Economía Circular, los próximos pasos se pueden resumir en dos palabras: implementación y colaboración, afirmó Davi Bomtempo, superintendente de Medio Ambiente y Sostenibilidad del CNI.
En este sentido, la entidad lanzó en marzo la Sustainable Business COP 30 (SB COP), una alianza empresarial global liderada por el sector productivo brasileño para garantizar el involucramiento de empresas y entidades en la agenda climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Ser sede de este foro y de COP30 es una oportunidad para demostrarle al mundo que Brasil ocupa una posición importante. Estamos listos para la acción”, afirmó Bontempo. Según indicó, el CNI está preparando un documento con recomendaciones sobre cómo las empresas pueden contribuir a una economía baja en carbono, enfatizando el llamado a la acción del sector productivo hacia el avance de la economía circular en el país.
De las orillas al mainstream
La UE adoptó el primer plan de acción de economía circular continental del mundo en 2015, y recientemente se ratificó un documento actualizado como elemento central del nuevo Pacto Industrial Limpio del bloque, aprobado en febrero de este año. “Esto demuestra que la economía circular está pasando de las orillasde la economía a convertirse en parte del mainstream económico”, expresó Bernard Crabbé, Director de Medio Ambiente y Economía Circular de la Comisión Europea.
“Sabemos que la economía circular es crucial para lograr nuestro objetivo de ser el primer continente climáticamente neutro en 2050”, resumió. Además de prohibir el plástico de un solo uso, el segundo plan de economía circular introduce el derecho a reparar los dispositivos tecnológicos, obligando a los fabricantes a arreglar los smartphones rotos, por ejemplo.
Se está desarrollando un nuevo plan para hacer que los materiales reciclados y reutilizados sean más atractivos competitivamente que los productos nuevos. La Unión Europea consume 8000 millones de toneladas de materiales al año, de las cuales el 11,8 % proviene del reciclaje, muy por encima de la media mundial del 6,9 %. Pero esto aún no es suficiente. Queremos duplicar esta tasa para 2030.
La Comisión Europea también actúa como plataforma multisectorial, promoviendo grupos de trabajo donde se mapean los desafíos regionales y se comparten buenas prácticas. “Nuestro objetivo es alinear las políticas, la cooperación técnica y los esfuerzos financieros para ayudar realmente a los países a avanzar en la economía circular, fortaleciendo la coherencia de las políticas, el desarrollo de capacidades y conectando a los actores entre sectores y países”, afirmó. Como resultado de uno de estos grupos, formado por siete países, se lanzó este jueves (15/5) una guía para apoyar a otras naciones.
Otra novedad es el Centro de Recursos de Economía Circular de la Unión Europea (EU CERC), una colaboración entre la UE, el fondo finlandés Sitra y Enabel, la Agencia Belga de Cooperación Internacional. Lanzada en Brasil durante el panel, la iniciativa tiene como objetivo construir asociaciones y colaboraciones entre el continente europeo y países de todo el mundo, fomentando la adopción de políticas y modelos de negocio sólidos de economía circular.
A través de tres laboratorios, el conocimiento acumulado por la UE sobre el tema se puede adaptar a la realidad de los países socios, teniendo en cuenta las necesidades de los actores públicos a la hora de ajustar las políticas para crear un entorno favorable a la economía circular, y ayudando a las empresas y organizaciones a adaptar sus modelos de negocio.
“No es solo un centro de recursos, es un catálogo para el cambio. Al apoyar a los países socios, construimos un futuro de prosperidad y resiliencia para todos”, afirmó Kari Herlevi, director de Economía Circular en Sitra.
Buenas prácticas compartidas
Con el lema de que compartir experiencias puede inspirar al sector productivo a avanzar en circularidad, el evento fue escenario de la ceremonia de premiación a las buenas prácticas empresariales de América Latina y el Caribe, apodada el “Óscar de la Circularidad”.
La ganadora del Premio de Negocios LAC 2025, anunciada durante el panel, es la empresa brasileña Energy Source, que ofrece soluciones para baterías de litio, incluyendo reparación y reciclaje. “Este premio nos motiva a seguir innovando con integridad y propósito. Trabajemos juntos para construir un futuro mejor mediante soluciones de economía circular”, afirmó el director ejecutivo David Noronha, destacando los desafíos de incorporar la circularidad en el sector minero.
Además, durante el foro también se lanzó el libro electrónico Buenas Prácticas en Economía Circular. El libro electrónico es el resultado de una convocatoria pública a industrias de América Latina realizada por Fiesp y CNI. 275 empresas presentaron sus experiencias, de las cuales 204 fueron seleccionadas por un equipo de expertos y 49 están incluidas en el e-book.
“La economía circular debe ir de la mano de la colaboración y la solidaridad”, afirmó Nelson Pereira dos Reis, vicepresidente de Fiesp y director del Departamento de Desarrollo Sostenible. “Estas empresas presentan sus prácticas, muchas de ellas ponen a disposición sus secretos e invenciones para que puedan ser compartidos con toda la sociedad, con todas las demás empresas”.
Otro premio, los Premios de Circularidad CERC de la UE, se ofrecerá anualmente en WCEF en dos categorías: Implementación de Políticas, para la cual las inscripciones ya están abiertas, y Negocios, cuyo lanzamiento está previsto para octubre de este año.
Finalmente, se anunció que India será la sede de la próxima edición del foro, en 2026. En su discurso, Nilesh Kumar, secretario general del Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Clima de la India, destacó la innovación, con programas dirigidos a startups, como una de las oportunidades del país en relación con la economía circular. Kari Herlevi de Sitra destacó la expectativa de que India, como potencia global y regional, también plantee debates sobre inclusión social y transición justa.