Edificios inteligentes marcan la ruta hacia el bienestar, la eficiencia y la rentabilidad empresarial

Convergencia tecnológica, infraestructura resiliente, bienestar de los usuarios y sostenibilidad son pilares de esta evolución, señala especialista de Panduit.

Frente a un entorno empresarial cada vez más competitivo, globalizado y tecnológicamente demandante, la infraestructura física donde operan las compañías ha adquirido un nuevo protagonismo. Precisamente, hoy, más que un espacio físico, los edificios comerciales se han convertido en plataformas estratégicas que pueden potenciar o limitar el crecimiento, la eficiencia operativa y la experiencia del cliente y del talento humano.

Para especialistas de Panduit, empresa líder mundial en soluciones de conectividad, energía y redes, los edificios inteligentes ya no se tratan solo de facilitar el conectar dispositivos, sino de crear entornos inteligentes, sostenibles, seguros y habitables, alineados con las necesidades dinámicas de las organizaciones modernas.

“Un edificio inteligente es aquel que usa tecnología para garantizar comodidad, seguridad, sostenibilidad y facilidad operativa para sus ocupantes. Esa es la base para ofrecer experiencias óptimas y ser competitivo en el mercado actual”, señaló Juan Pablo Borray, gerente de desarrollo de negocios de Latinoamérica de Panduit.

Convergencia: la base del cambio

El especialista explicó que, aunque el término “edificio inteligente” no es nuevo, su concepto ha evolucionado con el tiempo. Antes, los sistemas de climatización, seguridad, energía o video funcionaban como unidades aisladas. Hoy, dijo Borray, gracias a la convergencia tecnológica sobre redes IP, es posible integrar todos estos elementos sobre una misma plataforma, mejorando la operatividad, reduciendo costos y facilitando el control centralizado en tiempo real.

Adicionalmente, agregó, más allá de la eficiencia energética y la sostenibilidad, los edificios inteligentes también se convierten en facilitadores del bienestar y la productividad. Esto porque espacios con buena ventilación, iluminación adecuada, control climático, acústica optimizada y conectividad de alta velocidad no solo mejoran la experiencia de los usuarios, sino que también generan beneficios directos en el rendimiento y la satisfacción de los colaboradores.

En esa línea, muchas organizaciones están apostando por edificaciones que cumplan con certificaciones internacionales como WELL y LEED, que evalúan aspectos de salud, confort y eficiencia. Estas certificaciones no solo agregan valor al activo inmobiliario, sino que refuerzan el compromiso de las empresas con la sostenibilidad ambiental y el bienestar humano.

“Las personas son más productivas cuando trabajan en ambientes que les agradan. Por eso, el diseño inteligente no solo es un lujo, sino una inversión en talento y rendimiento”, añadió Borray.

No obstante, esta integración, también conlleva nuevos riesgos. Por ejemplo, si la red falla, todos los sistemas críticos podrían verse comprometidos. Por ello, es fundamental contar con una infraestructura de red resiliente, confiable, segura y escalable, que esté diseñada no solo para las necesidades actuales, sino también para las futuras.

“La infraestructura tecnológica es como las llantas de un carro. No son lo más costoso del vehículo, pero si no son las adecuadas, nada avanza. Puedes tener el mejor sistema de automatización, pero sin una red confiable, no funcionará”, resaltó Borray.

Oportunidades y sectores líderes

Aunque apenas un 2% de los edificios en el mundo califican hoy como verdaderamente inteligentes, según datos de BSRIA, y compartidos por Juan Pablo Borray, de Panduit, el potencial de crecimiento en la región es enorme. Aspectos como el aumento del trabajo híbrido, la digitalización de los servicios y la exigencia de mayor eficiencia energética están acelerando esta evolución.

Para Borray, sectores como el corporativo, hospitalario, educativo, logístico y financiero están liderando la adopción de estas infraestructuras en América Latina. También, cada vez más desarrolladores inmobiliarios están comprendiendo que la tecnología es un factor determinante para atraer inquilinos de alto perfil.

“Además, la presión del mercado impulsa el cambio: los inquilinos buscan espacios seguros, flexibles y conectados. Un edificio que no cumpla con estos estándares perderá competitividad, sin importar su ubicación o tamaño”, mencionó el especialista de Panduit.

¿Cómo iniciar la transformación?

Para quienes desean actualizar sus instalaciones o construir nuevos edificios con visión de futuro, Borray sugiere un enfoque integral que combine estrategia, diseño, tecnología y acompañamiento experto. Específicamente, las recomendaciones incluyen:

  • Evaluar el estado tecnológico actual: entender el nivel de digitalización de la organización y sus necesidades futuras.
  • Invertir en infraestructura para el largo plazo: planificar redes de cableado de cobre y fibra óptica con una vida útil de 15 a 20 años.
  • Planificar la adopción tecnológica: considerar la evolución constante de los estándares inalámbricos y los requisitos de ancho de banda.
  • Contar con una red multifuncional: que soporte desde internet hasta control de accesos, climatización, sistemas de video y gestión energética.
  • Rodearse de expertos: trabajar con integradores, consultores y fabricantes que ofrezcan soporte técnico, diseño personalizado y soluciones escalables.

Para todo ello, y como parte de su propuesta tecnológica, Panduit ha desarrollado una gama de soluciones diseñadas para facilitar la transformación hacia edificios inteligentes sin necesidad de realizar modificaciones estructurales profundas.

Entre ellas, Borray destacó Rapid ID, un sistema de rastreo automatizado de cables que permite gestionar con mayor rapidez y precisión la infraestructura de red. También introdujo su línea de UPS y unidades de distribución de energía (PDUs) inteligentes, capaces de monitorear en tiempo real parámetros como temperatura, humedad y consumo energético.

En materia de conectividad, Panduit mostró avances en cableado de alta densidad, incluyendo el cable categoría 6A más delgado del mundo, ideal para instalaciones en espacios reducidos sin sacrificar rendimiento. Asimismo, cuenta con soluciones de fibra óptica de alta velocidad orientadas a centros de datos y edificaciones con alta demanda de transmisión, capaces de operar a 10, 40 y hasta 100 gigabits por segundo. Complementando la experiencia tecnológica, la compañía también impulsa sistemas profesionales de audio y video que enriquecen los entornos corporativos y comerciales. Finalmente, introdujo su solución FMPS (Fault Managed Power System), que permite transmitir datos y energía a través de una misma infraestructura, optimizando espacio, eficiencia operativa y costos.

La transformación de los edificios en espacios inteligentes ya no es una aspiración futurista, sino una necesidad presente. Las empresas que invierten en infraestructura tecnológica avanzada no solo ganan eficiencia operativa y sostenibilidad, sino también posicionamiento competitivo, resiliencia ante los cambios del entorno y capacidad para atraer talento. La evolución de los edificios inteligentes será clave no solo para el crecimiento corporativo, sino también para el desarrollo sostenible de las ciudades y la región”, concluyó Borray.