Algo se esconde bajo tierra en Puno y empieza a brillar demasiado

Una compañía canadiense descubre indicios de un nuevo filón aurífero en la sierra sur peruana y se alista para perforar donde nunca antes se había tocado.

La minera canadiense Palamina Corp. ha puesto los ojos –y las máquinas– sobre el suelo de Puno, tras descubrir nuevas zonas de alta ley aurífera en su proyecto Usicayos, específicamente en la zona conocida como Cayos. La empresa, que opera el proyecto al 100%, ha identificado cizallas ricas en oro que no habían sido perforadas anteriormente y que prometen cambiar el mapa de la minería en el sureste del país.

El hallazgo se produce tras el fin de la temporada de lluvias, lo que permitió retomar los trabajos de mapeo y muestreo en las zonas de Sol de Oro Norte (SDO N) y Cayos. El resultado más impactante: un muestreo por canal arrojó 18,1 gramos por tonelada de oro en un tramo de 7 metros, lo que revela un sistema mineralizado de al menos 350 metros de largo y aún abierto en ambas direcciones.

“La zona Cayos ha revelado sistemas auríferos de alta ley previamente desconocidos dentro de dos nuevas zonas de cizalla orientadas noroeste-sureste. En 2025 realizaremos perforaciones tanto en Cayos como en SDO Norte”, declaró Andrew Thomson, CEO de Palamina.

Durante el 2024, la empresa ya había realizado un primer programa de perforación en la zona SDO, donde encontró interceptos de interés como el del pozo USI24-07 (35 metros con 0,75 g/t de oro, incluyendo un pico de 8,45 g/t en 2 metros), y el USI24-08 (52 metros con 0,72 g/t, incluyendo 8 metros con 2,59 g/t).

La geología de Cayos está compuesta por zonas de cizalla de entre 5 y 20 metros de ancho, hospedadas en rocas metamorfoseadas del Devónico, donde también se han identificado vetas de cuarzo y estructuras asociadas tanto a la orogenia hercínica como a la andina. Todo apunta a un entorno geológico complejo y altamente prospectivo.

Palamina ya inició negociaciones de derechos superficiales para incorporar estas nuevas estructuras al plan de perforación de 2025, y continúa con muestreos en dirección norte-sur para delimitar el alcance del hallazgo. El proyecto cuenta con protocolos estrictos de control de calidad (QA/QC) y utiliza métodos como ensayo al fuego y “metallic screening” para garantizar la precisión en zonas donde ya se ha detectado oro grueso, tanto en afloramientos como en núcleos de perforación.

Lo que parecía una simple etapa de exploración podría ser el preludio de algo mucho más grande. Y en los Andes del sur, donde la tierra ha sido testigo de imperios y rebeliones, ahora podría emerger una nueva fiebre del oro.