EY Perú: puntos clave para la agenda laboral 2026

  • Temas como remuneración mínima, tercerización, inspecciones y sindicalización seguirán siendo prioritarios en la regulación laboral.
  • Las compañías deben revisar sus procesos internos para asegurar cumplimiento y reducir riesgos.
  • La gestión preventiva será fundamental para evitar contingencias económicas y reputacionales.

El 2026 se perfila como un año de ajustes relevantes en materia laboral. Se espera que las empresas enfrenten un entorno regulatorio dinámico que exigirá revisar sus políticas internas, reforzar mecanismos de control y anticipar posibles cambios normativos, advierte EY Perú. Una gestión proactiva será clave para garantizar estabilidad operativa y minimizar riesgos laborales y financieros.

“Los temas laborales seguirán ocupando un lugar central en la agenda empresarial. Es de esperarse que aspectos como remuneración mínima, formalización y condiciones de trabajo demanden especial atención. En este contexto, es importante tener en cuenta que las organizaciones que planifiquen y evalúen sus riesgos con anticipación estarán mejor preparadas para enfrentar escenarios complejos”, indica Jaime Cuzquén, Associate Partner del Área Laboral de EY Perú.

El ejecutivo de EY Perú detalla los principales temas a considerar para definir la agenda laboral empresarial de cara al 2026:

  • Seguridad y salud en el trabajo. Cumplir y estar en capacidad de acreditar que se cuenta con un sistema de gestión eficaz para prevenir accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales, incluyendo la supervisión de cumplimiento de las empresas terceras.
  • Contratación. Sustentar adecuadamente contratos a plazo fijo, además de verificar la mejor modalidad de contratación y las cláusulas idóneas para asegurar el ejercicio de las facultades como empleador.
  • Tercerización de servicios. Verificar que los contratistas cumplan con los requisitos legales para asegurar la validez del proceso y prestar atención a las iniciativas legales y fallos judiciales que puedan generar cambios en el actual esquema de tercerización de procesos.
  • Cuota de discapacidad. Es fundamental acreditar el cumplimiento de la contratación exigida por ley o justificar el no cumplimiento según las excepciones previstas en la normativa.
  • Asuntos sindicales. Identificar los puntos débiles que pueden generar reclamos o acciones sindicales y prepararse para negociaciones difíciles, más técnicas y con una mirada al contexto de la industria y del país.
  • Inspecciones laborales. Potenciar el equipo de atención, sobre todo en la etapa de investigación. Adicionalmente, conocer los antecedentes y criterios del Tribunal de Fiscalización Laboral sobre las materias fiscalizadas y sobre el debido procedimiento.
  • Litigios laborales. Definir las estrategias de defensa sobre la base de la jurisprudencia vinculante, pero también en función al impacto económico y reputacional que se pueda generar. En caso convenga, acelerar la conclusión de los litigios a través de fórmulas conciliatorias.
  • Fiscalización tributaria laboral. Identificar el actual tratamiento laboral y tributario de los conceptos pagados en planilla. Asimismo, desarrollar políticas internas que permitan asegurar la deducibilidad del gasto de personal.

“El próximo año será una oportunidad para que las empresas consoliden prácticas laborales más sólidas y sostenibles. Anticipar riesgos y actuar con visión estratégica permitirá enfrentar los cambios con mayor seguridad y fortalecer la relación con el talento en un entorno cada vez más exigente”, concluye el especialista de EY Perú.