Peruanos apuestan por experiencias y destinos naturales para despedir el año

Paracas, Cusco y el norte del país se consolidan como los destinos preferidos para celebrar las fiestas de fin de año, en un contexto donde más del 60% de viajeros nacionales prioriza experiencias, bienestar y contacto con la naturaleza sobre el turismo tradicional.

Las celebraciones de fin de año vienen marcando una clara tendencia en el turismo interno: los peruanos ya no solo buscan viajar, sino vivir experiencias memorables que combinen descanso, gastronomía, cultura y bienestar. Destinos como Paracas, Cusco y las playas del norte del país encabezan la lista de preferencias para despedir el año fuera de casa.

De acuerdo con el comportamiento del mercado, las escapadas de entre tres y cinco noches, en hoteles que ofrezcan experiencias diferenciadas, han ganado mayor protagonismo frente a las estadías cortas. En esa línea, Hoteles Aranwa, una de las cadenas hoteleras más importantes del Perú, ha identificado un mayor interés por destinos que permitan desconexión, celebraciones especiales y actividades diseñadas para toda la familia o en pareja.

“Hoy el viajero peruano es mucho más exigente. Ya no busca solo alojamiento, sino experiencias que conecten con sus emociones, con la cultura local y con su bienestar. Las fiestas de fin de año se han convertido en un momento clave para ofrecer propuestas integrales que dejen un recuerdo duradero”, señala Gonzalo Calderón, gerente general de Hoteles Aranwa.

Actualmente, la cadena cuenta con cinco sedes estratégicamente ubicadas en destinos altamente demandados: Aranwa Paracas Resort & Spa, Aranwa Cusco Boutique Hotel, Aranwa Valle Sagrado Hotel & Wellness, Aranwa Pueblito Encantado del Colca y Aranwa Vichayito, cuya inauguración está prevista para febrero, reforzando la oferta en el norte del país.

Según el comportamiento de reservas de fin de año, los destinos con naturaleza, paisajes abiertos y propuestas gastronómicas locales concentran gran parte de la demanda, especialmente entre viajeros de Lima y ciudades del sur. Además, experiencias como cenas de gala, rituales de bienestar, actividades culturales y celebraciones al aire libre se posicionan como los principales diferenciadores al momento de elegir dónde pasar Año Nuevo.

“Cerrar el año viajando se ha convertido en una forma de reconectar y empezar un nuevo ciclo con energía renovada. Por eso, nuestros destinos están pensados para ofrecer celebraciones con identidad, servicio personalizado y experiencias que van más allá de lo convencional”, añade Calderón.

Con esta tendencia en alza, el turismo interno se perfila como uno de los principales motores de la campaña de fin de año, impulsando no solo la ocupación hotelera, sino también las economías locales y la revalorización de los destinos peruanos como espacios para vivir experiencias auténticas.