La Ministra de Economía afirmó este martes que el Estado “carece de mecanismos sólidos para evaluar la calidad del gasto público”, lo que —según señaló— está generando ineficiencias persistentes en diversas áreas de la administración.
Durante su intervención ante la Comisión de Presupuesto, la ministra explicó que el problema no radica únicamente en la falta de recursos, sino en la forma en que estos se ejecutan. “Invertimos dinero, pero no siempre sabemos si los resultados responden a los objetivos para los que fue asignado. Esa brecha entre desembolso y rendimiento debe cerrarse”, sostuvo.
La funcionaria insistió en que el país necesita migrar de un enfoque centrado exclusivamente en la ejecución presupuestaria hacia uno basado en resultados medibles. Para ello, anunció que su cartera impulsará un sistema de evaluación que permita identificar proyectos ineficientes, reasignar fondos y exigir mayor responsabilidad a los organismos ejecutores.
Expertos en gestión pública consultados tras la sesión coincidieron en que la falta de control en la calidad del gasto es un problema recurrente en la región. Subrayaron que, sin métricas claras, auditorías oportunas y transparencia en los procesos, el dinero público corre el riesgo de diluirse en programas que no generan impacto.
La ministra adelantó que presentará un paquete de reformas en las próximas semanas, orientado a fortalecer la planificación del gasto, implementar auditorías de desempeño y crear incentivos para que los organismos cumplan metas verificables. “Cada peso gastado debe justificar su existencia”, concluyó.
