En su primera década, la propuesta culinaria Carpe Diem reporta un crecimiento anual del 20% y se proyecta a una etapa de expansión hacia Lima y nuevos mercados. Carpe Diem es un referente de comida italiana auténtica, una propuesta basada en técnicas artesanales y productos locales de alta calidad.
En el marco de su décimo aniversario, la propuesta gastronómica que combina cocina italiana y peruana en el Centro Histórico de Cusco, se desarrolla en una ciudad con un turismo internacional en crecimiento constante, donde los visitantes buscan cada vez más experiencias culinarias variadas que ofrezcan experiencias diferenciadas.
Durante esta primera década, Carpe Diem ha mantenido un crecimiento anual del 20%, basado en la preparación diaria de pasta fresca, una carta que cambia según la temporada y un trabajo constante por mantener técnicas tradicionales que conectan al público con sabores italianos en pleno centro cusqueño.En estos diez años, la marca ha ampliado su presencia con la apertura de un segundo local, Miranda by Carpe Diem, una propuesta que reúne influencias peruanas, italianas e internacionales en un espacio pensado para quienes desean explorar nuevas opciones gastronómicas durante su visita a la ciudad. Además, se prepara para llegar a Lima con el fin de llevar su estilo de cocina artesanal a un público más amplio. Cabe indicar que Carpe Diem recibe tanto a turistas como a residentes que buscan alternativas a la cocina peruana tradicional, ofreciendo también opciones vegetarianas y veganas para atender distintas preferencias.
“El proyecto trabaja con un equipo de veinte personas y más de treinta proveedores, entre ellos productores del Valle Sagrado que aportan insumos frescos y de origen local. Asimismo, los comensales destacan platos como el ossobuco con tagliatelle, los raviolis de ricota y espinaca y el tiramisú preparado en mesa, que se ha convertido en una de las experiencias más solicitadas”, indicó Lorenzo Zanchin, cofundador de este restaurante, quién hace además todas las recetas de Carpe Diem desde hace diez años, transmitiendo la pasión familiar por la gastronomía italiana de la que ha sido protagonista toda su vida.
Durante estos diez años, el perfil del visitante en Cusco ha evolucionado hacia una mayor búsqueda de propuestas auténticas, productos de origen claro y experiencias que complementen la gastronomía local. En respuesta, el restaurante ha ampliado su oferta con nuevos platos, una coctelería basada en destilados artesanales premium del Valle Sagrado propios como Intira, Eliseo y Bathub Gin (reconocidos a su vez con medallas a nivel nacional e internacional, logradas en Londres y San Francisco) y un servicio centrado en la hospitalidad y la cocina hecha en casa.
De cara al 2026, la marca proyecta fortalecer su posicionamiento, potenciar su línea de destilados y desarrollar nuevas propuestas que integren insumos regionales y sabores internacionales para seguir siendo una opción altamente atractiva para quienes visitan Cusco y buscan una combinación equilibrada entre tradición italiana y uso de insumos locales en el ombligo del mundo.






