Perú enfrenta riesgos crecientes en sus suelos agrícolas: innovación y prácticas regenerativas se vuelven clave

En el Día Mundial del Suelo, estudios recientes destacan zonas del país con alta erosión por lluvias, mientras especialistas señalan que prácticas sostenibles son esenciales para conservar este recurso vital.

Cada 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, una efeméride que busca visibilizar la importancia de este recurso para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. En Perú, este día cobra especial relevancia frente a los desafíos que enfrentan los suelos agrícolas, particularmente en la costa norte, los Andes orientales y la selva alta, zonas que, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), presentan mayor riesgo de erosión hídrica en el país.

Ante esta realidad, la adopción de prácticas sostenibles y técnicas de manejo del suelo se vuelve esencial para proteger la productividad agrícola y la resiliencia frente a eventos climáticos extremos. Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), la erosión afecta un total de 127 millones 945 mil 790 hectáreas de suelo en el Perú, categorizadas según su intensidad, desde muy ligera hasta severa. Esto evidencia la necesidad de fortalecer prácticas de conservación del suelo.

En este marco, empresas como BASF promueven soluciones productivas de bajo impacto, entre las que se encuentran, Kumulus® WG, un fungicida y acaricida biodegradable, o Kelpak®, un bioestimulante vegetal que favorece el desarrollo de raíces y la absorción de nutrientes en las plantas. Estas herramientas, combinadas con programas de capacitación en buenas prácticas agrícolas, manejo racional de insumos y técnicas regenerativas, han permitido a productores mejorar la estructura de sus suelos, aumentar su capacidad de retención de agua y nutrientes, así como incrementar la productividad de sus cultivos.

Sumado a ello, la empresa impulsa su programa global de agricultura regenerativa, que integra acciones como el manejo optimizado del nitrógeno, la rotación de cultivos y el uso de coberturas vegetales, con el objetivo de mejorar la salud del suelo y reducir hasta un 30% las emisiones de CO₂ por tonelada de cultivo.

Flavia Zuleta, gerente de Soluciones para la Agricultura en Perú, afirma: “El Día Mundial del Suelo nos recuerda que este recurso es fundamental. Protegerlo no es solo una cuestión de productividad, sino de sostenibilidad, resiliencia y futuro para todos los que dependemos de la agricultura, desde el productor hasta el consumidor. En un mundo que enfrenta el desafío de producir más alimentos con menos recursos, mientras se adapta a los efectos del cambio climático y la presión sobre los ecosistemas la ciencia, la tecnología y las buenas prácticas agrícolas son herramientas que nos permiten cuidar nuestros suelos y garantizar alimentos para las generaciones venideras”.

La conmemoración de esta efeméride invita a reflexionar sobre la importancia de actuar de manera coordinada entre el Estado, el sector privado y los agricultores. En un país donde ciertas regiones presentan altos índices de erosión, cuidar y regenerar los suelos no es solo una estrategia productiva, sino un compromiso con la seguridad alimentaria, la sostenibilidad del agro y el bienestar de las futuras generaciones.