La Nueva Carretera Central será una de las obras viales más importantes de Sudamérica, con una inversión superior a S/ 11.500 millones y un impacto directo en la conectividad, la competitividad y el desarrollo regional.
Una obra clave para la integración del Perú
El Perú avanza en uno de los proyectos de infraestructura más estratégicos de América del Sur: la Nueva Carretera Central. Con una extensión de 136 kilómetros y cuatro carriles, esta autopista conectará la localidad de Ricardo Palma, en Lima, con La Oroya, en Junín, a través de un moderno trazado diseñado para soportar tráfico pesado, reducir tiempos de traslado y mejorar la seguridad vial.
Detalles técnicos y magnitud del proyecto
La construcción está a cargo de Provías Nacional bajo la dirección técnica de la Oficina de Gestión de Proyectos (PMO) francesa Egis y el acompañamiento del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Actualmente, se ejecuta la Fase 3 del proyecto, que incluye la ingeniería de detalle y el inicio de las obras principales, tras culminar los estudios preliminares y los procesos de adquisición de terrenos.
La inversión supera los S/ 11.500 millones, convirtiéndose en una de las obras viales más ambiciosas en la historia del país. La nueva ruta incluirá túneles de gran longitud, más de 90 puentes, separador central y un moderno sistema de seguridad vial que permitirá una circulación fluida incluso en condiciones climáticas adversas.
Impacto económico y social
La actual Carretera Central ha sido durante décadas un eje vital, pero su infraestructura limitada, curvas cerradas y frecuentes deslizamientos la convirtieron en un cuello de botella para el transporte y el comercio. Con esta nueva vía, el tiempo de viaje entre Lima y La Oroya se reducirá de seis a aproximadamente dos horas y media, lo que impulsará la competitividad logística, reducirá costos de transporte y fomentará el turismo y la integración territorial.
Proyección regional y transformación económica
La Nueva Carretera Central no solo fortalecerá la conexión entre la costa y la sierra central, sino que además consolidará un corredor económico clave para la agroindustria, la minería y el comercio exterior. Al mejorar la conectividad entre regiones productivas, el proyecto busca cerrar brechas históricas y dinamizar el crecimiento del país en el mediano y largo plazo.






