La creciente demanda global de proteína vegetal impulsa al sector de legumbres, que proyecta expansión y reclama políticas estables para aprovechar su potencial exportador.
El sector argentino de legumbres atraviesa un momento de expectativas favorables. En el marco del 50° aniversario de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA), los representantes de la cadena destacaron un escenario mundial “alentador” para estos cultivos, impulsado por el auge del consumo de proteína vegetal, aunque advirtieron sobre la urgencia de mejorar la competitividad y reducir el llamado “costo argentino”.
Demanda global en expansión
El presidente de CLERA, Jorge Reynier, destacó que el futuro del sector dependerá de inversiones en genética, infraestructura y de un marco regulatorio estable. Según un informe de la FAO y la OCDE, el consumo mundial de legumbres pasará de 7 kg a 8,6 kg por persona al año hacia 2033, debido a cambios en los hábitos alimenticios, especialmente en Europa. En la última década, el comercio global creció de 15 a 19 millones de toneladas, y se espera que alcance los 22 millones para 2033. La producción mundial se proyecta en casi 104 millones de toneladas para 2028, con India liderando el 27% del total, seguida por Canadá, Myanmar, China y Rusia.
Argentina: alto potencial, bajo consumo interno
Aunque el país exporta cerca del 3,5% del mercado mundial, con ingresos anuales promedio de US$500 millones, el consumo interno sigue siendo bajo: apenas 800 gramos por persona al año, frente a los más de 7 kilos del promedio global. La lenteja representa el 60% del consumo local.
El país cuenta con condiciones agroecológicas favorables en 12 provincias, destacando el NOA por su producción de porotos y la ventaja de producir en contraestación respecto a sus competidores globales.
Recuperación tras un año difícil
Luego de una campaña 2024 afectada por la sequía, el sector espera mejores resultados en 2025 gracias a un clima más favorable y una superficie sembrada de 876.000 hectáreas, de las cuales 551.000 corresponden a porotos y 325.000 a arvejas, garbanzos y lentejas. La producción estimada total alcanza 1,1 millones de toneladas.
Desafíos para atraer inversión
Reynier subrayó que la estabilidad macroeconómica y regulatoria será clave para consolidar el crecimiento. Entre los principales obstáculos se mencionan la inestabilidad de precios, el cambio climático, la falta de inversión en genética, la competencia con otros cultivos y los problemas logísticos. El sector pide políticas que promuevan la previsibilidad, reduzcan los costos operativos y mejoren la infraestructura de exportación.
Proyección regional
Con la demanda internacional en aumento y una oferta nacional capaz de abastecer nuevos mercados, las legumbres se perfilan como una de las producciones agrícolas con mayor potencial de expansión en Argentina, aunque su desarrollo dependerá de un entorno más competitivo y estable para atraer capital de largo plazo.






