El sector acumula u$s3.140 millones en los primeros nueve meses de 2025, impulsado por oro y litio, mientras glaciares, retenciones e infraestructura marcan la agenda de inversión.
La minería argentina vive un momento de expansión sostenida en su comercio exterior. Según la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, el balance comercial de minerales de septiembre de 2025 cerró con un superávit de u$s438 millones, un aumento del 63,6% interanual y 59,2% superior al promedio de los últimos dos años.
El desempeño se explicó principalmente por las exportaciones, que alcanzaron u$s557 millones, frente a importaciones de apenas u$s120 millones. Las ventas externas fueron cuatro veces mayores que las compras, reflejando la fortaleza exportadora del sector. Entre enero y septiembre de 2025, el superávit acumulado fue de u$s3.140 millones, un crecimiento del 61,6% respecto al mismo período de 2024 y 101% por encima del promedio histórico 2010–2024.
Según el informe oficial, “la evolución positiva del comercio minero refleja el impacto combinado de los altos precios internacionales del oro, la recuperación del litio y la estabilidad en la producción metalífera”.
Oro y litio: motores del crecimiento
El oro lideró las exportaciones en septiembre, representando el 67% del total con ventas por u$s373,4 millones. Le siguió el litio con 15,9% (u$s88,7 millones), que creció 65,1% interanual gracias a la demanda global de baterías y vehículos eléctricos. La plata aportó 12% (u$s67,1 millones) y los boratos y el plomo sumaron participaciones menores. En conjunto, los productos metalíferos explican el 81% del total, mientras que oro y litio concentran el 95% de los envíos del mes.
Importaciones en descenso
Las importaciones de minerales se redujeron 18,8% interanual, totalizando u$s120 millones. Los minerales metalíferos concentraron el 84,1% de las compras externas, seguidos por no metalíferos y rocas de aplicación. Entre los productos más importados destacaron la alúmina calcinada, minerales de hierro y cinc electrolítico. Las rocas de aplicación aumentaron 87,3%, impulsadas por la construcción y arquitectura.
Desafíos estructurales según CAEM
A pesar del récord de exportaciones, la minería argentina enfrenta desafíos clave que pueden condicionar la sostenibilidad del sector. Roberto Cacciola, presidente de CAEM, identificó tres ejes críticos: ley de glaciares, retenciones e infraestructura.
Sobre la ley de glaciares, Cacciola señaló: “La normativa actual puede interrumpir la posibilidad de que un proyecto se desarrolle, generando incertidumbre jurídica que frena las inversiones. Esto no es un tema judicial, es político. Provincia y Nación deben ponerse de acuerdo para otorgar mayor autonomía en decisiones estratégicas”.
Respecto a las retenciones, indicó que la plata y el litio tributan actualmente un 4,5% sobre el valor FOB. “Es indispensable dar una señal de confianza a los accionistas. Si no, es muy difícil que el crecimiento se materialice”, enfatizó.
En materia de infraestructura, destacó el interés por el ferrocarril Belgrano Cargas, aunque advirtió que cada proyecto requiere estrategias particulares, combinando licitaciones, privatizaciones o fideicomisos, considerando el retorno social y económico de las inversiones.
Cacciola también resaltó la importancia del compre local y la llegada de proveedores internacionales, priorizando un enfoque ordenado y transparente que beneficie al sector y a la población.
Ventajas competitivas y perspectivas
El dirigente remarcó que Argentina conserva recursos minerales de clase mundial, minería formal y ausencia de narcotráfico en el sector, factores que atraen inversión. “Somos el único país con seis proyectos de cobre de clase mundial y un déficit proyectado en siete u ocho años. La gobernabilidad será un factor clave para futuras decisiones de inversión”, concluyó.
En síntesis, la minería argentina consolida superávit récord, impulsada por oro y litio, pero su crecimiento futuro dependerá de cómo se resuelvan los desafíos regulatorios, fiscales y de infraestructura.






