Una rebaja arancelaria entre ambos países abriría nuevas oportunidades para el aluminio, la carne y los alimentos procesados, mientras Washington busca frenar el avance chino en la región.
La reciente reunión entre Javier Milei y Donald Trump no trajo definiciones sobre la esperada ayuda financiera, pero sí dejó abierta una puerta clave: el anuncio de un acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos. Según confirmó Milei, ya existe un entendimiento “sobre posiciones comerciales”, que sería la antesala de un futuro tratado de libre comercio. El embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, adelantó que el pacto se hará público en breve.
Un acuerdo con trasfondo geopolítico
El apoyo de Estados Unidos a Argentina llega en un contexto de competencia con China por la influencia en Latinoamérica. Washington busca posicionar al país como socio estratégico para sus inversiones y limitar la expansión de capitales chinos. En ese marco, Trump evalúa reducir los aranceles que impuso durante la guerra comercial iniciada en abril, medida que favorecería directamente a los exportadores argentinos.
Los sectores que más ganarían
Hoy los productos argentinos enfrentan aranceles mínimos del 10%, además de gravámenes del 50% para el aluminio y el acero. Según la consultora Analytica, el aluminio —que representa el 8,2% de las exportaciones a Estados Unidos— sería uno de los principales beneficiados. Una rebaja de tasas tendría impacto directo sobre Aluar, cuya facturación depende en más del 70% del mercado externo. También habría ventajas para los productos que compiten con Brasil, como la carne, ya que los envíos brasileños enfrentan tasas de hasta 76,4% tras superar sus cuotas anuales. Este escenario coincide con una caída del stock de ganado en EE.UU., lo que podría favorecer la importación de carne argentina.
Otros sectores con potencial son el energético, el minero y las economías regionales exportadoras de vino, miel, cítricos, langostinos, té y madera. En varios de estos rubros, el mercado estadounidense ya figura como destino principal.
Impacto en las exportaciones
Un estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA estima que una exclusión de aranceles podría generar ingresos adicionales por unos 457 millones de dólares, equivalentes al 7% de las exportaciones argentinas al país del norte. La mayor parte provendría de alimentos elaborados, maquinaria, carnes y pesca. El economista Federico Bernini destaca al vino como otro de los rubros con alto potencial competitivo, junto con los limones, el azúcar y el tabaco. Aunque reconoce que no cambiará de inmediato la balanza comercial, sostiene que el acuerdo permitiría a más empresas afianzarse como exportadoras estables.
Un acuerdo posible, pero no inmediato
Analytica señala que una baja arancelaria es más factible en el corto plazo que un tratado de libre comercio, ya que este último requeriría la salida formal del Mercosur o su aprobación legislativa, procesos largos y complejos. Mientras tanto, el contexto financiero argentino sigue tensionado: los activos cayeron tras declaraciones confusas de Trump sobre las elecciones de octubre, aunque el Tesoro estadounidense confirmó un eventual salvataje de hasta 40.000 millones de dólares, con la mitad destinada a un swap financiero.
