Este tipo de mecanismo puede otorgar préstamos desde S/ 100,000 hasta S/ 10´000,000, de acuerdo con la magnitud de la empresa y la garantía disponible.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen uno de los pilares de la economía peruana: son intensivas en mano de obra por lo que son grandes generadoras de empleo, dinamizan sectores estratégicos al estar altamente integradas con un amplio número de empresas (clientes y proveedores) y aportan al crecimiento del país en sectores no tradicionales. Sin embargo, su posibilidad de acceder a financiamiento sigue siendo un reto, y es que mientras la banca tradicional se concentra en grandes compañías y las microfinancieras en negocios de menor tamaño, las pymes suelen quedar atrapadas en un “vacío financiero” que limita sus posibilidades de expansión.
En este escenario, el financiamiento alternativo viene tomando una creciente relevancia. Este tipo de mecanismo puede otorgar préstamos desde S/ 100,000 hasta S/ 10´000,000, de acuerdo con el giro de negocio y la magnitud de la empresa, así como la garantía disponible. Pero no todas las compañías califican: se requiere cumplir con ciertas condiciones que aseguren la viabilidad de la operación.
Ramón Flores, Gerente de Riesgo de Conexa Financial Group, explica que este financiamiento no se centra en el historial crediticio, sino en una evaluación más integral. “Muchas pymes atraviesan períodos de dificultad coyuntural, pero cuentan con operaciones sostenibles y el compromiso de sus accionistas para sacar adelante su negocio. Lo que buscamos es identificar ese potencial, estructurar un crédito en condiciones y plazos acordes con la capacidad de pago de la empresa, evitar así que asuman los riesgos financieros y a su integridad personal que implica recurrir al financiamiento informal”, afirma.
En ese sentido, Flores detalla que los requisitos más importantes para acceder a este tipo de préstamos son los siguientes:
- Garantía inmobiliaria: disponer de un bien inmueble, propiedad de la empresa o de sus accionistas, que respalde la operación. No se trata de ejecutar la garantía, sino de otorgar seguridad a la transacción a través del compromiso en el pago.
- Modelo de negocio viable: demostrar que la empresa tiene un modelo de negocio sostenible, amplia experiencia en el rubro y perspectivas de crecimiento en el mediano plazo, incluso si viene enfrentando problemas temporales.
- Flujos identificables: acreditar que cuenta con ingresos suficientes que permitan cumplir con un esquema de pagos estructurado.
- Gestión responsable: mostrar compromiso de los accionistas con la gestión de la empresa y que en el negocio existe una línea de sucesión, así como tener en claro que la administración tiene la apertura para realizar los cambios necesarios para asegurar la sostenibilidad de su negocio en el largo plazo.
- Transparencia: proporcionar información clara y verificable sobre la situación financiera y operativa de la compañía.
De acuerdo con Flores, este tipo de financiamiento cumple varios propósitos: permite reestructurar las deudas actuales de la empresa y proporciona capital de trabajo adicional para sostener la recuperación de la actividad del negocio; evitando así que las empresas caigan en manos de prestamistas informales, cuyas condiciones suelen ser abusivas.
“El crédito informal puede parecer una salida rápida, pero en realidad compromete la sostenibilidad de las compañías. Las tasas son excesivas, llegando a ser impagables, y los mecanismos de cobro, en la mayoría de los casos, coercitivos, poniendo en riesgo no solamente la empresa sino la integridad del empresario y su familia”, advierte el Gerente de Riesgos de Conexa Financial Group.
El especialista subraya que el financiamiento alternativo no busca reemplazar a la banca, sino actuar como un puente. “La idea es acompañar a las pymes en su recuperación y generar las condiciones para que, en un futuro cercano, puedan volver a calificar al financiamiento en el sistema bancario”, sostiene.
Al cumplir estas condiciones, las empresas no solo acceden a capital en momentos críticos, sino que también logran preservar su operación y proteger los puestos de trabajo que dependen de ellas. “En un país donde decenas de miles de empresas pierden acceso al financiamiento bancario cada año, contar con alternativas de financiamiento estructuradas y seguras representa un paso clave para fortalecer el tejido empresarial y promover un crecimiento más sostenible”, finaliza Ramón Flores.






