El desembolso, estimado en S/30,000 millones, podría sumar hasta 0.4 puntos al crecimiento económico entre fines de 2025 e inicios de 2026.
Una nueva inyección de liquidez
El octavo retiro de fondos previsionales se perfila como un factor clave en la dinámica económica del país. Según Silvana Caro, del equipo de Asset Management de Intéligo SAB, la medida generará un incremento inmediato en la capacidad de gasto de los hogares. “Esto impulsará el consumo en los próximos meses, tal como ocurrió en los retiros anteriores”, señala.
Magnitud del retiro
De acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), el monto autorizado ascendería a S/30,000 millones, lo que equivale a cerca del 2.6% del PBI. Se proyecta que alrededor del 20% de estos recursos se destinará al consumo, un flujo que podría añadir hasta 0.4 puntos porcentuales al crecimiento económico en un horizonte de 12 meses.
Sectores que se beneficiarán
Los sectores más dinámicos serían comercio y servicios, rubros que históricamente han canalizado el grueso de la liquidez liberada por retiros anteriores. El calendario de desembolsos, siguiendo patrones previos, concentrará el impacto entre noviembre de 2025 y el primer trimestre de 2026.
Perspectivas macroeconómicas
Para Caro, la medida tendrá un efecto positivo, aunque temporal. “Esperamos que el efecto se refleje principalmente en el cuarto trimestre de 2025 y que parte importante del impulso se traslade al primer trimestre del 2026, contribuyendo a consolidar el dinamismo del consumo privado en un contexto de inflación controlada y recuperación de la confianza empresarial”, subraya.
Con este octavo retiro, el Perú vuelve a recurrir al ahorro previsional como herramienta coyuntural de estímulo, una decisión que reaviva el debate sobre sostenibilidad del sistema de pensiones frente a los impactos de corto plazo en el crecimiento.
