IED en América Latina: logística e infraestructura, el gran reto para atraer capital fresco

La región recibió USD 189.000 millones en 2024, pero gran parte provino de reinversiones. El futuro de la competitividad pasa por reducir costos logísticos y modernizar la infraestructura.

Inversión extranjera directa: crecimiento con matices

América Latina captó en 2024 USD 189.000 millones en Inversión Extranjera Directa (IED), según la UNCTAD, lo que significó un incremento de 7,1% interanual. No obstante, gran parte de los flujos correspondieron a reinversiones en proyectos existentes, mientras que los nuevos emprendimientos permanecieron estancados.

Esto plantea un desafío estructural: cómo transformar la IED en competitividad sostenible para el comercio exterior. La clave se encuentra en la logística y la infraestructura.

El costo logístico como barrera estructural

De acuerdo con la CEPAL, los costos logísticos en la región representan entre 14% y 18% del valor del producto, casi el doble que en los países de la OCDE. Esta brecha se explica por factores como:

  • Puertos congestionados y baja digitalización.

  • Dependencia excesiva del transporte carretero ante la falta de ferrocarriles.

  • Escasa interconexión regional que encarece los corredores bioceánicos.

  • Trámites aduaneros engorrosos que restan competitividad.

Estas limitaciones convierten a la logística en un riesgo para los inversores internacionales, aun cuando la región ofrece abundantes recursos naturales y mano de obra calificada.

Sectores que demandan soluciones inmediatas

Tres sectores concentran el mayor dinamismo inversor y presionan por mejoras logísticas:

  • Minerales estratégicos y transición energética: litio en el triángulo sudamericano, cobre en Perú, níquel en Brasil.

  • Agroindustria: exportación de granos, carne y alimentos procesados exige puertos especializados y cadenas de frío más eficientes.

  • Economía digital y nearshoring: México y Brasil atraen a empresas que buscan relocalización cerca de EE. UU., con necesidad de parques logísticos inteligentes y conectividad 5G.

Uruguay: estabilidad con costos elevados

Uruguay ha logrado posicionarse como un nodo logístico en el Cono Sur gracias al Puerto de Montevideo, zonas francas y estabilidad institucional. Sin embargo, enfrenta desafíos de altos costos operativos, dependencia de la red vial y tamaño de mercado limitado. Su rol como plataforma regional dependerá tanto de sus avances internos como del contexto de sus vecinos.

Infraestructura, sostenibilidad y agenda pendiente

Brasil, México y Chile han avanzado en concesiones y modernización portuaria, pero la falta de coordinación regional limita el impacto. Además, los inversores internacionales demandan estándares ambientales: combustibles alternativos, certificaciones verdes y trazabilidad de huella de carbono.

El caso argentino

Argentina tiene la oportunidad de convertirse en un hub logístico regional si logra modernizar su infraestructura ferroviaria y portuaria. Sus recursos estratégicos —litio, gas y alimentos— requieren corredores más eficientes y aduanas digitalizadas. De lo contrario, la IED podría desviarse hacia países más competitivos.

Sin logística, no hay inversión sostenible

La abundancia de recursos ya no basta. Hoy, la eficiencia logística, la conectividad global y la sostenibilidad ambiental son condiciones decisivas para atraer capital. América Latina enfrenta la disyuntiva entre mantener capitales de corto plazo o transformarse en un destino estratégico de nuevas inversiones.

La ecuación es clara: sin logística moderna, no hay desarrollo sostenible.