Liquidez empresarial: cómo aprovechar el factoring electrónico

Este mecanismo permite convertir facturas por cobrar en dinero disponible, pero requiere preparación tecnológica y conocimiento de los posibles riesgos. Con la validación ante sistemas como el de la SUNAT, el proceso se realiza en línea, lo que reduce trámites, costos administrativos y riesgos de fraude.

Cuando los pagos de clientes suelen demorar entre 30 y 60 días, muchas empresas —en especial PYMEs— suelen enfrentar dificultades de flujo de caja. Frente a este escenario, el factoring electrónico es una alternativa ágil y segura para acceder a liquidez inmediata.

“El factoring es un mecanismo financiero que permite a las empresas vender sus facturas electrónicas a una institución y obtener liquidez de forma inmediata, en lugar de esperar el plazo regular de pago”, explica Víctor Farro, socio de la práctica de Reestructuración Empresarial e Insolvencias de CMS Grau.

El experto explica que para acceder al factoring electrónico de manera segura, las empresas deben seguir los siguientes cuatro pasos:

  1. Emitir la factura en formato electrónico a través de un sistema aprobado por SUNAT.
  2. SUNAT valida y emite la constancia de recepción que le otorga validez tributaria.
  3. Registrar la factura en la Institución de Compensación y Liquidación de Valores (CAVALI).
  4. Negociar o transferir la factura con una empresa de factoring autorizada

Beneficios para las empresas

Más allá de la liquidez inmediata, este mecanismo ofrece ventajas que fortalecen la competitividad:

  • Agilidad y eficiencia: La validación de SUNAT y el registro en CAVALI otorgan seguridad y rapidez a la operación.
  • Mejores condiciones de negociación: Disponer de efectivo permite pagar anticipadamente a proveedores o invertir en nuevas oportunidades de negocio.
  • Transparencia y seguridad: El registro digital reduce la posibilidad de facturas duplicadas o fraudulentas.

Víctor Farro, socio de CMS Grau, comenta además que, si bien el factoring electrónico ofrece grandes ventajas, es importante conocer los principales obstáculos para prevenir las contingencias. En ese sentido, identifica cuatro riesgos principales:

  1. Adopción tecnológica: Algunas empresas pequeñas aún no cuentan con sistemas digitales de facturación. Es recomendable invertir en digitalización para acceder a este mercado.
  2. Falta de educación financiera: Muchas empresas desconocen cómo funciona el factoring, lo que puede llevar a condiciones desfavorables en las negociaciones. Por ello, es necesario contar con asesoría legal.
  3. Riesgo de impagos: Es importante diferenciar entre factoring sin y con recurso. “En el primero caso, la empresa de factoring asume el riesgo si el deudor no paga, mientras que en el segundo, el proveedor debe responder, lo que implica mayor riesgo para quien vende la factura”, precisa el socio de CMS Grau.
  4. Claridad legal: Verificar siempre la cesión de la factura es esencial para evitar conflictos o duplicidad de acreedores, especialmente en procedimientos concursales.

“El factoring electrónico puede convertirse en un aliado estratégico para mantener la operatividad de tu negocio, siempre que se entienda cómo funciona y se adopten medidas para prevenir riesgos”, sugiere Farro. La digitalización de procesos, la capacitación financiera y la elección cuidadosa de socios de factoring son pasos fundamentales para aprovechar esta herramienta con seguridad y eficiencia.