MEF busca reperfilar deuda de Petro-Perú con apoyo de bancos de inversión internacionales

El ministro de Economía, Raúl Pérez Reyes, confirmó que al menos seis bancos internacionales evalúan propuestas para reestructurar la deuda de Petro-Perú, con la posibilidad de incluir garantías del Estado.

Bancos internacionales en la mesa

El ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, informó desde Londres que se encuentran en curso reuniones con bancos de inversión como Deutsche Bank, Goldman Sachs, Santander y Citibank, entre otros, para evaluar alternativas de reperfilamiento de la deuda de Petro-Perú.

“Hay unos cinco o seis bancos de inversión importantes a nivel mundial que están haciendo evaluaciones para presentarnos propuestas”, detalló el ministro, subrayando que el objetivo es aliviar los problemas de capital de trabajo de la petrolera estatal.

Garantías estatales en discusión

Una de las opciones sobre la mesa es que el Estado peruano respalde la deuda de Petro-Perú, algo que no ocurrió cuando esta se contrató originalmente como deuda no soberana. Pérez Reyes reconoció que esta posibilidad genera críticas, pero insistió en que dejar quebrar a la empresa implicaría pérdidas multimillonarias.

“¿Vamos a perder los más de US$ 4.000 millones invertidos más los cerca de US$ 6.000 millones de la refinería? La salida es buscar soluciones realistas”, apuntó el titular del MEF.

Reestructuración operativa y convenio con Petroecuador

El ministro también destacó que Petro-Perú viene avanzando en un proceso de reorganización interna que incluye la contratación de un Chief Transformation Officer (CTO) hacia octubre, así como la firma de un acuerdo con Petroecuador para asegurar mayores ventas desde 2025.

“Queremos dejar a la empresa en azul, sin problemas de rentabilidad, asegurando el flujo de caja y sentando las bases para que el siguiente gobierno impulse la recuperación del grado de inversión”, precisó Pérez Reyes.

Perspectivas a corto plazo

El MEF espera que los primeros resultados de estas medidas se vean en el primer semestre de 2026, con un repunte en ventas e ingresos. Sin embargo, el éxito del plan dependerá no solo de la renegociación financiera, sino también de una mejora sustancial en la eficiencia operativa de la empresa.