La portuguesa superó a Acciona en la licitación y asumirá una obra de 1.260 millones de dólares que conectará Santos y Guarujá, bajo un esquema de APP con peajes y concesión por 30 años.
Una obra histórica para la infraestructura brasileña
La constructora portuguesa Mota-Engil se adjudicó la concesión para diseñar, construir y operar por 30 años el primer túnel sumergido de Brasil, que unirá las ciudades de Santos y Guarujá, en el estado de São Paulo. La obra, considerada la más costosa del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, demandará una inversión de 1.260 millones de dólares bajo el modelo de asociación público-privada (APP).
Competencia entre gigantes
En la subasta realizada en la Bolsa de São Paulo, Mota-Engil —con participación accionarial de la china CCCC— se impuso a la española Acciona, que no presentó descuentos sobre la contraprestación pública anual fijada en un máximo de 81,1 millones de dólares. La portuguesa ofreció un recorte del 0,5 %, asegurando así la adjudicación.
Inversión y financiamiento
El financiamiento se dividirá en 951 millones de dólares aportados por el gobierno federal y regional, mientras que la concesionaria destinará 307 millones de dólares. Además de la contraprestación anual, Mota-Engil tendrá derecho a cobrar un peaje de aproximadamente 1,14 dólares por vehículo durante los 24 años de operación.
Impacto en movilidad y economía
El túnel de 1,5 kilómetros de longitud, con 870 metros bajo el canal oceánico de acceso al puerto de Santos, contará con vías para autos, camiones, autobuses, un tranvía y un pasaje peatonal y ciclista. La conexión reducirá el tiempo de viaje de una hora en carretera o 18 minutos en ferry a tan solo cinco minutos. Actualmente, unos 21.000 vehículos y más de 15.000 peatones y ciclistas cruzan el canal a diario mediante transbordadores condicionados al clima y al tráfico marítimo.
Proyección y cronograma
El proyecto busca descongestionar el acceso al puerto de Santos, el más grande de Brasil, y dinamizar el turismo en Guarujá. El inicio de la construcción está previsto para 2026, con entrada en operación en 2030.






