La aerolínea irlandesa anuncia el cierre de su base en Santiago, su salida de Vigo y una reducción de dos millones de plazas en todo el país. El Gobierno y Aena responden con dureza al considerar la medida un chantaje.
Repliegue en aeropuertos españoles
Ryanair, líder del tráfico aéreo en España en la última década, oficializó un drástico recorte de operaciones a partir de la temporada de invierno 2025. La compañía cerrará su base en Santiago de Compostela, abandonará los aeropuertos de Vigo y Tenerife Norte, y reducirá significativamente su presencia en Asturias, Santander, Zaragoza y Canarias.
En Galicia, la aerolínea eliminará rutas estratégicas como Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante, Gran Canaria, Palma y Zaragoza, dejando solo cinco destinos desde Santiago (Tenerife Sur, Valencia, Lanzarote, Londres y Sevilla), pero con menor frecuencia de vuelos.
Motivos del repliegue
Eddie Wilson, CEO de Ryanair, explicó que la decisión responde al incremento del 6,2% en las tasas aeroportuarias que aplicará Aena en 2026, tras una década congeladas. Según el directivo, esta subida hará inviables muchas rutas en aeropuertos regionales, generando pérdida de inversión, conectividad y turismo.
Reacciones políticas y empresariales
El Gobierno de España calificó la decisión como un «chantaje» y recordó que las tarifas de Aena responden a criterios públicos y regulatorios. La Xunta de Galicia, por su parte, criticó el abandono de aeropuertos medianos y pequeños, exigiendo un cambio en la política de gestión aeroportuaria.
Desde Aena, su presidente Maurici Lucena respondió con firmeza acusando a Ryanair de «deshonestidad» y de mantener una «concepción plutocrática» de la política, recordando que España alcanzará un récord histórico de 100 millones de turistas en 2025, lo que contradice el discurso de la aerolínea sobre un país «cerrado al turismo».
Impacto en la conectividad
El recorte de dos millones de plazas anuales reducirá la conectividad aérea de varias regiones españolas, especialmente Galicia y el norte peninsular, que dependían de las rutas de bajo coste de Ryanair para mantener competitividad turística y empresarial.






