El proyecto vial impulsado por la Municipalidad de Lima enfrenta una multa de S/160 millones del MTC por carecer de certificación ambiental, mientras surgen cuestionamientos sobre otras inversiones millonarias sin resultados.
La Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) atraviesa un nuevo escándalo de gestión tras la sanción impuesta por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a la Vía Expresa Sur, una obra valorizada en más de S/800 millones que sigue inconclusa y sin certificación ambiental vigente. El MTC multó a la comuna con S/160 millones y abrió un proceso sancionador por omisiones graves en el cumplimiento normativo.
La situación se agrava con los cuestionamientos de la Contraloría General de la República, que advirtió irregularidades en tres proyectos de gran envergadura ejecutados durante la gestión del alcalde Rafael López Aliaga:
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La Vía Expresa Sur, que carece de tramos completos y enfrenta denuncias por afectación de áreas verdes.
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La compra de tres puentes metálicos en la avenida Ramiro Prialé, realizada sin licitación pública y con contratos en el limbo legal.
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El hospital SISOL de Miraflores, que pese a un contrato de S/2.5 millones permanece vacío y con fallas estructurales, mientras se sigue pagando un alquiler mensual de S/70.000.
Expertos en políticas públicas, como Miguel Villaverde Cisneros, coinciden en que estos casos evidencian la falta de planificación estratégica, transparencia y experiencia técnica en la administración municipal. “Confluyen factores como la ausencia de liderazgo, la escasa fiscalización y hasta indicios de corrupción. No basta con tener recursos si terminan en obras sin impacto social”, señaló.
La propia MML, a través del teniente alcalde Renzo Reggiardo, respondió acusando al Ejecutivo de “acoso político” y anunció acciones legales contra la sanción. Sin embargo, el MTC rechazó esas afirmaciones y sostuvo que la multa es consecuencia de procedimientos técnicos y verificaciones realizadas desde 2024.
Mientras tanto, colectivos vecinales y especialistas advierten que tanto la Vía Expresa Sur como la Vía Expresa Norte, otro megaproyecto en carpeta, podrían convertirse en nuevas “avenidas Abancay”, generando más caos vehicular en lugar de aliviar el tránsito.
La suma de los tres proyectos bajo la lupa alcanza los S/830 millones, recursos que, en lugar de transformarse en mejoras palpables en transporte y salud, hoy se traducen en desconfianza ciudadana, observaciones legales y obras inconclusas.
