La Municipalidad Metropolitana de Lima iniciará la remodelación de la avenida Carlos Izaguirre, con mejoras viales, áreas verdes y paraderos. La intervención, coordinada con San Martín de Porres, ya inició con el retiro de ocupaciones informales.
La Municipalidad Metropolitana de Lima anunció el inicio de una ambiciosa remodelación en la avenida Carlos Izaguirre, que se extenderá desde la avenida Canta Callao hasta el límite con la Provincia Constitucional del Callao. El proyecto busca modernizar la infraestructura urbana, optimizar el tránsito y reforzar la seguridad vial y peatonal.
La intervención contempla la renovación de más de 33.000 metros cuadrados con pavimento rígido y la construcción de 11.582 metros cuadrados de veredas. Además, se instalarán cerca de 8.600 metros lineales de sardineles para ordenar la circulación, se habilitarán más de 20.000 metros cuadrados de áreas verdes y se reubicarán árboles, complementando la obra con la instalación de grass en zonas públicas.
También se colocarán siete paraderos para el transporte urbano, acompañados de señalización, con el objetivo de garantizar trayectos más seguros y organizados. Según la comuna limeña, estas mejoras reducirán los tiempos de desplazamiento y contribuirán a revalorizar viviendas y comercios de la zona.
El plan de intervención arrancó con un operativo conjunto con la Municipalidad de San Martín de Porres, en el que se recuperó un tramo de 1,2 kilómetros de la avenida. Se retiraron edificaciones precarias, escombros, comercio ambulatorio y vehículos abandonados. Muchas de las personas que permanecían en la zona desde hace más de una década utilizaban el espacio para talleres informales, viviendas improvisadas o reciclaje no regulado.
Mariela Falla, del área de Fiscalización, explicó que el procedimiento se desarrolló sin incidentes y sin necesidad de usar la fuerza pública. “Esta es una megaobra y era necesario contar con la disponibilidad del terreno. Desde las 7:00 a.m. estamos recuperando los espacios públicos con un trabajo coordinado”, declaró a Buenos días Perú.
Las autoridades precisaron que también se retiró un paradero informal y zonas de almacenamiento de materiales de reciclaje que representaban riesgos sanitarios. Algunos residentes compartían el lugar con adultos mayores o personas con enfermedades crónicas.






