Sudamérica marca récord en soja y presiona los precios globales

La abundante oferta desde Brasil y Argentina, sumada a expectativas de buena cosecha en EE.UU., amplifica la presión bajista. China sigue como motor de la demanda, pero el clima en el Midwest podría añadir volatilidad.

La producción de soja en Sudamérica alcanzó un récord histórico, consolidando una oferta global abundante que mantiene la presión sobre los precios internacionales. A esto se suma la previsión de una cosecha favorable en Estados Unidos y la persistente incertidumbre sobre las exportaciones norteamericanas hacia China.

Para la campaña 2025/26, se anticipa un aumento en el procesamiento de soja, liderado por EE.UU. y Brasil, impulsado por la demanda de aceite para uso industrial y doméstico. En EE.UU., los márgenes de molienda siguen sólidos, mientras que en Europa la alta demanda de harina de soja responde a la escasez de otras oleaginosas, aunque esta tendencia podría moderarse con la nueva cosecha.

China, principal importador, incrementó su crush para abastecer una industria cárnica en recuperación, alcanzando un récord de 160,6 millones de toneladas de alimento balanceado en el primer semestre, un 10% más que en 2024.

En Brasil, las primas FOB frente a CME/CBOT se dispararon por compras récord de China, retraso en ventas de productores y limitaciones para abastecer simultáneamente a su industria local y al mercado externo. Se espera que los stocks brasileños se ajusten a niveles críticos hacia enero, con paradas anticipadas en plantas procesadoras.

En EE.UU., los precios en Chicago se mantienen presionados, aunque repuntaron levemente tras datos semanales de exportación mejores de lo previsto. El USDA proyecta un rendimiento récord de 52,5 bushels por acre (35,3 qq/ha), pero el mercado estima un posible ajuste a 53,0 bpa (36,0 qq/ha), lo que elevaría los stocks y reforzaría el sesgo bajista.

El clima en el Midwest será determinante. Una ola de calor podría activar una prima de riesgo alcista, mientras que la ausencia de nuevas compras chinas y un balance más holgado mantendrían el sesgo bajista. La volatilidad seguirá alta, con precios técnicos enfrentando resistencia en 10,20–10,40 USD y soporte clave en 9,61 USD.