Arancel al cobre peruano en EE. UU.: BCR prevé efecto limitado, pero algunas firmas sentirán el golpe

El Banco Central considera que la economía peruana soportará bien el nuevo arancel, aunque algunas empresas exportadoras sí podrían verse afectadas.

La reciente decisión de Estados Unidos de aplicar un arancel del 50 % al cobre y sus derivados, a partir del 1 de agosto, generó preocupación en el sector exportador peruano. Sin embargo, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) considera que el impacto macroeconómico será moderado, aunque reconoce posibles efectos negativos para algunas empresas expuestas al mercado norteamericano.

Durante la presentación del Programa Monetario de julio 2025, Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del BCRP, explicó que el promedio de aranceles para los productos de cobre que Perú vende a EE. UU. pasó de 0 % a 7 %, y podría elevarse hasta 12 % considerando ciertas clasificaciones arancelarias específicas. Este grupo de productos representa alrededor del 10 % de las exportaciones nacionales al mercado estadounidense, con un valor cercano a los 900 millones de dólares, según cifras de 2020.

El verdadero impacto, según Armas, dependerá de la capacidad de sustitución de los consumidores en EE. UU.. Si esta es baja, los productos peruanos seguirán siendo demandados, lo que se traduciría más bien en mayores precios al consumidor estadounidense, sin afectar la producción peruana en gran escala.

En un escenario adverso, sin embargo, las empresas peruanas podrían ver reducidos sus márgenes de ganancia, especialmente aquellas que tienen poca capacidad para trasladar los costos adicionales al precio final. El BCRP aclaró que, aunque las exportaciones siguen mostrando buen ritmo, ciertas firmas podrían verse más comprometidas que otras, en función de su grado de exposición y diversificación de mercados.

Además, el banco emisor recordó que esta situación no es nueva para el Perú: productos como la palta ya enfrentan barreras arancelarias desfavorables frente a competidores como México, lo que genera una desventaja comparativa artificial.

A nivel global, el aumento de tensiones comerciales también viene generando efectos colaterales, como una mayor incertidumbre sobre la política comercial de EE. UU. y una posible desaceleración en la convergencia de la inflación hacia las metas esperadas.

En resumen, si bien el nuevo arancel al cobre podría incomodar a algunas empresas peruanas, el BCRP mantiene una visión optimista y prudente: el impacto económico general será limitado y la producción nacional no se verá comprometida de forma significativa, al menos en el corto plazo.